"Lo más ridículo de esta crisis es que no había tarta política por la que luchar"
Lo que más ha molestado a José Luis Villar del portazo que dieron la ex portavoz andalucista en Sevilla, Paola Vivancos, y su adjunto, Rafael Carmona, en el Ayuntamiento es el motivo alegado: que él, recién elegido primer secretario local del PA en Sevilla, había pactado secretamente con el PSOE el final del caso de las facturas falsas. Villar (La línea, 1960) asegura que todo se reduce a una lucha por el poder interno y dice que nadie que le conozca puede decir que favorece al PSOE.
Pregunta. Vivancos y Carmona eximen al partido de lo ocurrido y le responsabilizan a usted de todo, ¿cómo se siente siendo el malo de la película?
Respuesta. La única responsabilidad que debo asumir es la que los compañeros me han dado: dirigir en Sevilla el proceso de renovación iniciado en el congreso nacional de diciembre. Esa renovación ha chocado con Vivancos y Carmona, que no han aceptado los resultados de la asamblea de Sevilla, y su falta de disposición a trabajar coordinadamente con el comité de dirección ha derivado en lo que suele en estos casos: se han ido a su casa.
"Es muy complicado que alguien que conoce mi trayectoria en el Partido Andalucista pueda decir que yo favorezco al PSOE"
"La consolidación del estado de opinión que hay en Sevilla del agotamiento del proyecto político PSOE-IU es un valor seguro y firme"
P. Pero Vivancos y Carmona apoyaron a Julián Álvarez en el congreso y, además, tanto usted como ellos son hijos políticos de Rojas-Marcos.
R. Es que no hay diferencias ideológicas o estratégicas, lo que hay es una cosa tan antigua y tan estéril como la lucha por el poder. Es un tema en clave personal, y los temas así no tienen recorrido ninguno, hay alguien que gana y alguien que pierde.
P. ¿Tenía con ellos una mala relación personal?
R. Nunca he tenido un enfrentamiento. Todo surge después de presentar mi candidatura para la secretaría local.
P. Los ex portavoces han dicho que usted les acosaba, que se presentaba en el Ayuntamiento, que no dejaba de llamarles para darles órdenes, que lo quería controlar todo...
R. Lo único que he intentado es cumplir con lo que dictan los estatutos y el sentido común, que dicen lo mismo: corresponde a la dirección local coordinar y dirigir la tarea del grupo municipal. Es cierto que ninguno de los dos ha querido ser dirigidos ni coordinados por este comité. No he podido acosarles ni enfrentarme a ellos porque Paola Vivancos no ha asistido a ninguna de las reuniones a las que la he convocado y Rafael Carmona, sólo a una.
P. Insisten en que el comité local les hacía la vida imposible.
R. Yo no lo he pretendido. Rafael Carmona y Paola Vivancos han hecho durante estos dos años y los cuatro anteriores una labor espléndida. Me hubiera gustado seguir contando con ellos hasta el final del mandato. No ha podido ser por pura la correlación de fuerzas internas en un partido. Desde luego quiero pedir excusas a los ciudadanos que no nos ponen en las instituciones para que rivalicemos entre nosotros sino para que le resolvamos los problemas.
P. Cuando hay lucha de poder es porque hay algo que administrar ¿no?
R. Eso es lo que hace más ridículo esta crisis, porque no hay nada que repartirse, ni una tarta política por la que luchar. Lo que hay es mucho trabajo infatigable, mucha constancia y muchos sinsabores. Entonces pelear por estos sinsabores parece que no tiene demasiado sentido.
P. Pero el protagonismo alcanzado por el caso de las facturas falsas podía hacerles pensar que el PA esté en disposición de volver a tener la alcaldía.
R. Sí, sí, y seguimos teniendo posibilidades de tenerla. La consolidación del estado de opinión que hay en Sevilla del agotamiento del proyecto político PSOE-IU es un valor seguro y firme. El que estén o no dos concejales, tres o cuatro, no va alterar eso. Vamos a seguir trabajando en la convicción de que la alternativa al PSOE se está construyendo en Sevilla desde el PA.
P. ¿Cree que quería Vivancos se candidata del PA en 2007?
R. No lo sé, no me lo ha dicho.
P. ¿Y usted?
R. En absoluto.
P. Pero querrá poner al candidato, como secretario local de Sevilla tendrá alguna idea.
R. Ahora mismo hay 1.200 militantes en Sevilla y cualquiera de ellos puede ser candidato. Lo que sí vamos a hacer es aplicar la nueva forma: elegido por todos los compañeros del partido, por algo como primarias.
P. ¿Podrían plantear la vuelta de José Núñez?
R. Eso depende muchísimo de la actitud personal de cada uno y el primero con quien hay que hablar es con Núñez.
P. ¿Los ex portavoces tenían el apoyo del comité local en todo el recorrido de las facturas falsas?
R. Basta con decir que una de las personas que se autoinculpó junto con la compañera Paola Vivancos en el juzgado fui yo mismo. El cierre de filas de todo el partido en la estrategia no es cuestionable. Porque, además, coincide punto con punto con la estrategia del congreso nacional de diciembre: que el adversario es el PSOE y que Andalucía necesita que el PSOE salga de las instituciones.
P. ¿En qué cree que fundamentan Vivancos y Carmona la denuncia de que usted ha pactado con el PSOE el cierre del caso de las facturas?
R. No quiero creer que sea sólo una excusa para no reconocer la verdad de las cosas, que es, ya lo he dicho, el problema de la lucha interna por el poder. También entiendo que mucha gente necesite buscar otros argumentos para que no sea algo tan descarnado como eso. Lo que sé es que es falso y una infamia. No creo que este partido alguien me pueda a mí explicar cómo se combate al PSOE. Llevo 27 años de militancia en el PA y estas manos se llenaron de callos borrando las pintadas en 1980 que los socialistas hicieron por toda Andalucía contra el PA. Estas mismas manos fueron las que abrieron el libro de visita de Juan Guerra; y estas manos fueron las que combatieron, con el liderazgo de nuestro actual secretario general, Julián Álvarez, la estrategia de abrazo al PSOE. Es muy complicado que alguien que conoce mi trayectoria en el PA pueda decir que yo favorezco al PSOE.
P. Quizás su relación amistosa con Alfonso Rodríguez de Celis ha llevado a la confusión.
R. No sólo conozco a Rodríguez de Celis sino a docenas de concejales del PSOE, PP, e IU. Es algo normal en un pueblo como es Sevilla, pero de ahí a otro tipo de cosas... Está mañana he estado saludando a concejales del PP y no he estado estableciendo un pacto de legislatura.
P. ¿El caso de las facturas estaba agotado políticamente?
R. Ningún caso de corrupción está agotado hasta que se depuren las últimas responsabilidades y en este caso pasan por la dimisión del alcalde de Sevilla.
P. ¿La estrategia número uno es alcanzar el gobierno o desalojar al PSOE del gobierno?
R. La estrategia de todo partido es alcanzar el gobierno. Ahora bien, también hay una cosa clarísima del congreso nacional: nunca llegaremos a ningún sitio a través de los atajos. Siempre con el apoyo de los ciudadanos, no por políticas rocambolescas de pacto, sino por la vía directa.
P. El PA sabe mucho de política rocambolesca. Concretamente en Sevilla han gobernado con el PP y el PSOE consecutivamente.
R. Eso forma parte de la historia irrenunciable del PA, pero el PA renovado bajo el liderazgo de Álvarez quiere mirar al futuro y no revisar el pasado.
P. ¿Alejandro Rojas-Marcos ha apoyado a la dirección local o al grupo municipal?
R. No ha intervenido en absoluto en este proceso porque está retirado por voluntad propia desde hace muchos meses de la vida orgánica del PA.
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