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Columna
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Desapariciones

Me gustan las maquetas de las ciudades: hacen que las calles parezcan transitables, los edificios limpios, los tejados amenos y el tráfico meramente simbólico y con coches de juguete. Vivo en una parte alta de la ciudad, y además en un décimo piso. De modo que en el Corpus y en las Angustias espero la noche de los fuegos artificiales para ver cómo los cohetes que iluminan desde el cielo la ciudad hacen que Granada parezca una maqueta; es verdad que el artificio dura muy poco, pero tampoco hay que pedir mucho más a la vida.

La semana pasada vi en el escaparte de una inmobiliaria una maqueta que no era de adosados, sino del centro de la ciudad. No me gustó la Sierra Nevada que habían puesto para completar el marco incomparable porque, más que otra cosa, producía el efecto de un Nacimiento. A cambio, podía reconocer la cúpula del Hotel Victoria, el edificio del antiguo Café Granada, Bibataubín -peor terminado-, los Grandes Almacenes y a continuación la Basílica de las Angustias, Correos, el teatro Isabel la Católica; en fin, todo el centro de Granada. ¿Todo? Me volví porque algo me pareció raro en la imagen que me llevaba. Miré con atención y repasé los hitos históricos de la ciudad: sí, estaban todos. ¿Qué faltaba? Era difícil descubrirlo, pero lo conseguí: faltaba el edificio de Siza. Me bastó girar un poco la cabeza para comprobar que el edificio real sí está en su sitio y que su desaparición era, en el peor de los casos, una amenaza condenada, creo yo, al fracaso; aunque también es verdad que en una televisión local aparece con cierta frecuencia una persona que con vehemencia pide indignadísima la demolición del edificio en cuestión.

A la mañana siguiente, en la publicidad que rellena el primer noticiario radiofónico del día, oigo que el Consejo Social del Ayuntamiento de Granada tiene una página web a la que los granadinos pueden enviar sus sugerencias para el futuro de la ciudad. Busco en la página web del Ayuntamiento, pero sólo consigo encontrar la referencia de una resolución del mes de febrero pasado en la que se dicen las condiciones que debe reunir la web de autos "como instrumento del foro de participación social" y que incluye ya el lema "Participa con tu opinión con (sic) la Granada del futuro". Y la misma sensación del día anterior: aquí pasa algo raro.

Pasa que en el Ayuntamiento anterior había ya un Consejo Social, presidido por Gregorio Jiménez, que se tomó la molestia de elaborar un complejo cuestionario que se hizo llegar a todos los sectores de la ciudad y con cuyos resultados se elaboró un informe del que recuerdo conclusiones más que interesantes. Cuando el PP pasó a gobernar el Ayuntamiento, arrinconó y aburrió al presidente del Consejo Social, cambió la composición de éste quitándole representatividad y, pasado un tiempo de conveniencia, puso a un nuevo presidente. Gregorio Jiménez, claro está, no ha desaparecido, pero yo quiero saber dónde están aquellos cuestionarios y el estudio que se hizo a partir de ellos: ¿tan poco valía aquel trabajo como para andar ahora pidiendo ayuda a voces a las ocho de la mañana?

Hay media ciudad que quiere que la otra mitad no exista. Ni en maqueta.

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