Despedida
Junio había llegado a su fin, la dolorida
luz de los jacarandás, que se posaba
en mis hombros, era ahora lo que tenía
para repartir contigo,
y un corazón desmantelado
que sólo a los gatos servirá de abrigo.
Despedida
Junho chegara ao fim, a magoada / luz dos jacarandás, que me pousava / nos ombros, era agora o que tinha / para repartir contigo, / e um coraçao desmantelado / que só aos gatos servirá de abrigo.
Lo que no puede morir
Di, di una vez más lo que no puede
morir:
la luz, que en el sur es inocente
y trepa a los pinos;
el trote menudo de las mañanas de junio;
el azul en picado del halcón;
las dunas, con señales todavía
de otro verano para llevarse a la boca.
O Que Não Pode Morrer
Diz, diz uma vez mais o que não pode / morrer: / a luz, que no sul é inocente / e trepa ao pinheiros; / o trote miúdo das manhãs de junho; / o azul a pique do falçao; / as dunas, com sinais ainda / de outro verão para levar à boca.
Poemas de El otro nombre de la tierra (1988) incluidos en Materia solar y otros libros, obra selecta 1980-2002. Traducción de Ángel Campos Pámpano. Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.
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