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Ifema duplica su volumen de negocio en seis años

El recinto tendrá otros dos pabellones en 2007

Ifema, la Feria de Madrid, ha incrementado su volumen de negocio en un 113% en los últimos seis años, según explica su director general, Fermín Lucas. Además, el organismo pretende crecer con otros 50.000 metros cuadrados: para ello invertirá 115 millones de euros. Si Madrid es elegida sede olímpica, las instalaciones de Ifema acogerán las competiciones de ocho deportes. En la institución, que ha cumplido 25 años, trabaja una plantilla de 430 profesionales. Lucas sitúa a Ifema como "la feria más rentable de Europa". En 2004, las instalaciones batieron el récord de actividad, con 75 certámenes.

2004 terminó con un incremento del negocio del 16,18% y 154,2 millones de ingresos
120 cámaras de seguridad vigilan a los visitantes de las dependencias

Ifema, la Feria de Madrid, funciona como una pequeña ciudad que tiene su propio alcalde, el director general Fermín Lucas; un servicio médico; otro de Correos; un local satélite de una comisaría del Cuerpo Nacional de Policía; un servicio de facturación de equipajes para el aeropuerto y una línea de autobuses interna. Sus instalaciones superan los 284.000 metros cuadrados, de los que 150.000 están dedicados a los pabellones cubiertos.

En las instalaciones se dan cita todos los años grandes convocatorias de la cultura como Arco o la Pasarela Cibeles, o ferias multitudinarias como Fitur (turismo), Simo (informática y nuevas tecnologías) o la dedicada al Salón Inmobiliario. El calendario de Ifema apenas tiene huecos libres y, conscientes de esto, los responsables de la feria se han lanzado a una ampliación que estará lista a principios de 2007. Las obras incrementarán su superficie en 50.000 metros cuadrados. "Habrá dos nuevos pabellones, con áreas de descanso mayores. Además, con la ampliación podremos lanzar nuevos proyectos feriales, algo que ahora es muy complejo porque tenemos muy limitado el espacio", explica Lucas.

En el caso de que Madrid fuera elegida como sede olímpica para el año 2012, los pabellones de Ifema acogerían la celebración de ocho disciplinas: bádminton, boxeo, esgrima, halterofilia, yudo, lucha, taekwondo y tenis de mesa. Además, se dedicaría espacio al Centro Principal de Prensa y al Centro Internacional de Televisión y Radio. Las instalaciones feriales también se utilizarían por los deportistas como centro de entrenamiento de algunas especialidades.

Las obras también incluyen la ampliación de los aparcamientos, con un nuevo estacionamiento de dos plantas que tendrá un total de 2.430 plazas (actualmente ya hay 14.000 plazas de aparcamiento).

Los responsables de la feria han encargado además a una consultora un plan estratégico para definir en qué cosas tienen aún que mejorar.

De momento, las cifras de la feria son positivas. El año 2004 terminó con un incremento del volumen de negocio del 16,18% y unos ingresos de 154,2 millones de euros. "En los últimos seis años, Ifema ha impulsado su negocio ferial en un 113%", asegura Lucas. En 2004, la institución tuvo un resultado contable de 26,8 millones de euros. Hubo un récord histórico de actividad, con 75 certámenes, 1,2 millones de metros cuadrados ocupados, 39.000 empresas participantes, más de 21.000 expositores y 4,2 millones de visitantes. El director general agrega incluso que Ifema "es el recinto más rentable de todos los que funcionan en Europa".

La Feria de Madrid comenzó a funcionar en 1980 y está gestionada por el Gobierno regional, el Ayuntamiento de Madrid, la Cámara de Comercio e Industria de Madrid y Caja de Madrid, cuyos máximos responsables conforman sus órganos de gobierno. El parque ferial dispone de acceso a la estación de metro Campo de las Naciones (línea 8), que enlaza directamente con el aeropuerto de Madrid-Barajas y con el intercambiador ferroviario de Nuevos Ministerios. Por carretera está conectado con la autopista M-40 y la M-11.

La plantilla de Ifema la forman 430 profesionales, eso sin contar el ir y venir continuo de empleados externos. La coordinación para organizar una feria pasa por un organigrama que implica desde al jefe de seguridad o la responsable de azafatas, hasta el departamento de decoración o el de mercadotecnia.

Lucio Curiel es el jefe de seguridad de los 10 pabellones de Ifema. "La feria es una gran casa con muchas puertas que guardar", cuenta. Las instalaciones siempre han sido un objetivo potencial de la banda terrorista ETA. Para cada feria, el departamento de seguridad diseña un plan específico en el que pueden participar hasta 220 guardias de seguridad. Los ojos de 120 cámaras controlan todo lo que sucede en el recinto, al igual que numerosos detectives de paisano. "En la feria de turismo, Fitur, lo primordial es evitar una posible acción terrorista. En cambio, en Iberjoya la seguridad se centra en evitar los robos", explica Curiel. Pero los sucesos dentro de Ifema son "de poca monta", según el responsable de seguridad, y eso que en ferias como Iberjoya se mueven miles de millones de euros. "Tan sólo algún crío que roba un teléfono móvil en la feria del Simo", asegura. El índice de robos en Ifema es de un 0,002%. "El año pasado entregamos 68 delincuentes a la policía", añade Curiel.

Los pabellones están blindados y el sistema de seguridad nocturno es digno de una película: hay una cámara de seguridad en los sótanos donde los expositores pueden dejar sus objetos más valiosos y que está custodiada por tres vigilantes armados. Luego hay otro vigilante más con un perro de defensa y ataque, otro perro en la zona exterior y 37 hombres armados que, en caso de robo, formarían un cordón para evitar que saliesen los ladrones.

Una feria tarda en montarse siete días, luego hay dos para la entrada de mercancías, otros siete de celebración y dos más para desmontar. En estas jornadas, los departamentos trabajan a un ritmo frenético. Leonor Pérez-Pita, directora de la Pasarela Cibeles, está cerrando los últimos detalles de la próxima edición de la gran cita madrileña con la moda, que se celebrará a principios de septiembre. "Ahora mismo estamos decidiendo los diseñadores que van a participar en los desfiles. Hay que ver quién repite y quién no", explica Pérez-Pita.

Pola Iglesias y Mencía Razón, directora y responsable comercial de la Semana Internacional de la Moda, respectivamente, están también cerrando la edición otoñal de este evento, en el que participan más de 1.000 expositores. A todos tienen que colocarlos en los distintos pabellones. "Un expositor que haya participado en la edición anterior tiene preferencia para conservar su sitio", explica Iglesias, que durante el año visita otras ferias internacionales del sector. "Todos quieren pasillo central y esquinas y, claro, es complicado", añade Mencía Razón, cuyo despacho está lleno de la ropa que le mandan los participantes. En su ordenador está intentando cuadrar en su sitio a cada participante en la Semana Internacional de la Moda.

Cientos de manos trabajan en el montaje y desmontaje de las ferias. En un año pueden llegar a utilizarse en las ferias más de 1.200 armarios, 9.000 sillas o 2.600 ceniceros.

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