Indignación y sorpresa

Soy una vecina y madre de niños en edad escolar de Arroyo Meaques, una zona nueva de Pozuelo. Es una zona construida en un plazo de tres años y con perspectivas de seguir creciendo. Desde que vine a vivir aquí, el Ayuntamiento de Pozuelo siempre me garantizó la construcción de un colegio e instituto públicos.

Para su ubicación ya existe un terreno público y un convenio firmado por el alcalde en octubre de 2003.

Para nuestra sorpresa e indignación, el Ayuntamiento ha paralizado y ya nos ha comunicado su intención de no construirlos, y en su lugar ha cedido suelo público a una institución privada segregacionista (Tiempos Más Nuevos) y lo va a concertar. Toda la información sobre esta institución se recoge en su página http://tiemposmasnuevos.org.

Según aparece en esta página, es un centro educativo al servicio de la Iglesia y basado en la práctica docente de su fundador, un sacerdote católico alemán, el padre Jose Kentenich (1885-1968), que entre otras cosas propone una formación específica para alumnas y otra para alumnos, teniendo en cuenta el diferente desarrollo de su personalidad, los tiempos de madurez propios de cada sexo y los estilos cognitivos que los caracterizan. Cuando se construya, será la primera que exista en España; sólo existe en Pozuelo una escuela infantil de esta congregación, Nuestra Señora de Schöenstatt, con 100 alumnos, lo que da que pensar que tampoco resolvería el problema de escolarización de la zona, porque con los alumnos de esta escuela se llenarían todas las plazas. El Ayuntamiento ha basado su decisión de concesión a este colegio en la libertad de enseñanza, como respuesta a los padres que demandan este tipo de educación para sus hijos. Y yo le diría al alcalde que para tener libertad de elección hay que tener alternativas de elección.

En Pozuelo hay 44 centros escolares privados o concertados por 11 públicos; de nuestras casas distan los públicos 7-10 kilómetros (por lo que muchos vecinos que procedían de Aluche mantienen a sus hijos en los mismos colegios).

Por tanto, y aludiendo a la libertad de elección tan proclamada por el señor Jesús Sepúlveda de que hiciera caso de nuestra demanda de un colegio e instituto públicos, porque es la enseñanza elegida para nuestros hijos.