Cuaderno de bitácora
- El Eje del Mal. Quizás para paliar las listas de espera hospitalarias, los gallegos están siendo convocados por los dirigentes del PP a encabezar la "reconquista" conservadora de España. O dicho en otras palabras, las de Mariano Rajoy, evitar que Galicia se sume "al Eje del Mal". Básicamente, se ha ilustrado este peligro potencial, en caso de gobernar PSdeG y Bloque, con el diabólico dúo de Maragall y Carod-Rovira. El peor demonio sería, sin duda, el catalán Carod-Rovira, porque se da la circunstancia de que habla un perfecto gallego, detalle sospechoso que no presenta el gallego Rajoy.
- El Shangai. ¿Qué consecuencias podría acarrear para Galicia su inclusión en semejante Eje del Mal? El tren que une Galicia con Cataluña es conocido entre los emigrantes como El Shangai. El viaje suele durar un día y una noche. No por el mobiliario, pero sí por los paisajes y la intriga, es un tren muy cinematográfico, mezcla del Orient Expréss y el Transiberiano. Imaginen. Estación de tren de Santiago. Un día de niebla. Se detiene El Shangai, con una tos de locomotora legendaria. Desciende Le Carré. Desciende Alfred Hitchcock. Desciende Patricia Highsmith. Y, de repente, ¡el tripartito catalán! No suficientemente asustados los gallegos con este posible desembarco de Maragall y Carod-Rovira en El Shangai y su posterior aparición estelar en la Televisión de Galicia y en las fiestas del Apóstol, el vicepresidente de la Xunta, Alberto Núñez-Feijoo, del sector birrete, pero con boina de campaña, ha entrado a saco en la producción de miedo con un argumento demoledor y que a nadie puede dejar indiferente: "Si ganan las elecciones los socialistas y el Bloque, van a prohibir el pulpo y la empanada" (sic).
- La empanada. La Covadonga del siglo XXI es la finca del alcalde de Negreira, donde se brindó por don Manuel como "salvador de España" y se hizo un sentido homenaje al pulpo y a la empanada. Las encuestas son adversas, pero el Partido Popular conserva intacto el poder de catering. Durante esta campaña, Fraga viene contando los asistentes por el número de empanadas. Este método ha resuelto las tradicionales discrepancias en la contabilidad de participantes en manifestaciones o mítines. A empanada por cabeza. Y punto. Ahora que todo en Europa está en crisis, el actor Carlos Blanco, de la escuela de Darío Fo, ha propuesto la empanada como el nuevo patrón del sistema de pesos y medidas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.