Aralar advierte a ETA de que las agresiones no modificarán su rechazo de la violencia
Aralar movilizó ayer en San Sebastián a un centenar de militantes para subrayar la importancia de la respuesta que ha querido dar a las reiteradas agresiones y amenazas de ETA y de Batasuna que ha sufrido desde su constitución como partido, hace cuatro años.
"Hemos aguantado ataques a sedes, a mítines o a charlas, pintadas, pegatinas, carteles, agresiones personales. Y nos hemos mantenido en silencio", afirman en su interpelación a sus antiguos compañeros políticos. Pero la "extrema gravedad" de los recientes ataques personalizados en la figura de su coordinador general, Patxi Zabaleta, y el que estén firmados por ETA y por el colectivo de los presos vascos, han provocado esta respuesta.
En el manifiesto leído ayer por la nueva parlamentaria vasca, Aintzane Ezenarro, y el coordinador y parlamentario navarro, Txentxo Jimenez, afirman que "no aceptamos ni los ataques, ni las excusas argumentadas para realizarlos". Y añaden que, del mismo modo que las agresiones y ataques de tiempo atrás no consiguieron modificar la línea política ni el trabajo diario de Aralar, tampoco ahora el incremento y la intensidad de éstos "modificarán nuestra posición con respecto a la actividad armada de ETA y la necesidad de su cese, ni nuestra clara defensa de los presos políticos vascos".
Denunciaron asimismo la retención del alcalde y ediles de Aralar en Zaldibia por parte de un centenar de miembros de Batasuna para que retiraran un acuerdo municipal adoptado en pleno.