Sutilezas exactas
Estudio de Kasparián.
Fizkultura y Sport, 1953.
Blancas: Rf6, Td7. Negras: Ra8, Tg2, peón en b3. Las deliciosas e instructivas sutilezas de los finales de torre -o, mejor dicho, algunas de ellas- se aprecian en esta composición de gran interés práctico. Para comprender el intríngulis de la solución se necesita entender primero por qué el plan natural no sirve para hacer tablas: 1 Td3, b2 2 Tb3, Te2 (para cortar el paso al rey blanco) 3 Rf5, Ra7 4 Rf4, Ra6 5 Rf3, Th2 6 Re4 (primer problema: el rey blanco no puede circular por la tercera fila porque el jaque en h3 sería mortal) 6... Ra5 7 Rd4, Ra4 8 Tb8 (segundo problema, que influirá mucho después: esta jugada no amenaza mate porque el rey blanco aún no está en c4) 8... Ra3 9 Rc3, Ra2 10 Ta8+, Rb1 11 Tg8 (evita Rc1 por el mate en g1) 11... h7 (se dirige a a7 para jugar luego Ra1 sin temor a los jaques verticales) 12 Rb3, Tb7+ 13 Rc3 (si 13 Ra3, Ra1 ganando) 13... Ta7 14 Tg2, Ra1 15 T - b2, Tc7+ 16 Rb3, Tb7+, ganando. Pero hay una manera de sacar el máximo rendimiento de los recursos de las blancas: 1 Rf5, b2 2 Td1, Te2 3 Rf4, Rb7 4 Rf3, Th2 (primera diferencia: el rey blanco sí puede circular por la tercera fila) 5 Re3, Rc6 6 Rd3, Rb5 7 Rc3, Ra4 8 Td7!! (¡precisamente ésta y no otra! -por ejemplo,Td8-, como pronto se verá con claridad) 8... b1=C+ (la amenaza de jaques obliga a esto, dado que si 8... b1=D 9 Ta7+, Rb5 10 Tb7+, tablas) 9 Rc4, Tc2+ 10 Rd5, y tablas, ya que torre y caballo contra torre son insuficientes para ganar. Ahora se entiende que colocar la torre en d8 hubiera sido un gravísimo error, ya que el jaque en d2 ganaría la torre y la partida. Sutileza y precisión, convertidas en elegancia.
Correspondencia: ajedrez@elpais.es
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.