Camps evita dar una respuesta clara a los escándalos en Educación

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, evitó ayer dar una respuesta clara a los últimos escándalos registrados en la Consejería de Educación: el incendio supuestamente provocado de un almacén y el asalto a las oficinas de Ciegsa -la empresa pública encargada de construir los colegios e institutos- y la filtración de los exámenes de Formación Profesional. Camps optó por apelar al Estado de Derecho y señalar que tomará las decisiones que corresponda una vez se hayan esclarecido las denuncias interpuestas.

En un tenso debate a cara de perro en el hemiciclo de las Cortes Valencianas, el portavoz socialista, Joan Ignasi Pla, y el de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó, exigieron al jefe del Consell responsabilidades políticas por permitir que miles de jóvenes se examinasen, a sabiendas de que los ejercicios se anularían porque habían sido filtrados. Ribó introdujo también en el debate los últimos sucesos registrados en Ciegsa, que el día anterior ya habían sido objeto de un exacerbado debate entre el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora -ayer ausente- y la oposición.

Camps aseguró que, respecto a la filtración de los exámenes de FP la Consejería de Educación actuó "con rapidez y con celeridad, pero también con la reflexión necesaria". El presidente de la Generalitat indicó que se paralizaron las pruebas cuando se detectaron las irregularidades y, acto seguido, se abrió una comisión de investigación interna y se denunciaron ante el juez los hechos.

El secretario general del PSPV y el portavoz de EU acusaron a la Consejería de Educación de no detener la prueba a sabiendas de que los exámenes se tenían que repetir. Tanto Pla como Ribó acusaron al Consell de no saber gestionar un problema generado por la propia Consejería al no reaccionar a tiempo.

"¿Sabe el nivel de irresponsabilidad que supone una consejería que tolera que se filtren los exámenes desde hace tres años?", afirmó Pla desde la tribuna de oradores.El dirigente socialista acusó a Camps de "no asumir nunca ningún problema" y la

mentó que se hubiese culpado a los alumnos y a los funcionarios de la filtración de los exámenes y no se hubiese depurado la responsabilidad política de los que "tienen encomendada la tarea de hacer que estos procesos sean transparentes". Pla afirmó que ni el actual titular de Educación, Alejandro Font de Mora, ni el anterior Esteban González Pons -ahora consejero portavoz y de Relaciones Institucionales-, toleraron que se filtraran los exámenes en estos tres años. "Este consejero", dijo Pla en referencia a González Pons, "no estaba en la faena, estaba desmontando el entramado [de Zaplana] y ahora le ha dado una buena faena: mentir, manipular y engañar".

El presidente del Consell aseguró que a Pla le gustaría "tomar decisiones en su despacho sin comunicárselo a los jueces y hacer juicios sumarísimos" pero aseguró que ese tiempo ya ha pasado y tomará las decisiones cuando tenga las resoluciones de la investigación interna abierta y de la denuncia. Camps, que tachó de "tonterías" las manifestaciones de Pla, criticó al líder socialista por anhelar formas no democráticas de actuar de la Administración.

Con el debate ya caldeado, Ribó tomó su turno para reprochar al Consell porque, si estaban interesados en averiguar el escándalo de la filtración de los exámenes, no miraban las garantías que ofrecen algunas academias de que si te matriculas puedes aprobar las pruebas de la Consejería de Educación. Una situación que a Ribó le recordó la trama de autoescuelas precintadas hace pocas semanas y que cobraban grandes cantidades por facilitar los exámenes oficiales que filtraban desde la Jefatura de Tráfico.

Sin tiempo para el resuello, el portavoz de Esquerra Unida pidió aclaraciones sobre lo que ocurre en Ciegsa. La empresa de la Generalitat que, según Ribó, no ha acabado el mapa escolar que tenía que haberse finalizado en 2003, adjudica las contratas a empresas que tienen sobrecostes millonarios y que se ha blindado frente a cualquier petición de documentación tras el incendio "posiblemente provocado" registrado en uno de sus almacenes y el asalto a las oficinas centrales.

Camps afirmó: "De todo me hago absolutamente responsable". Acto seguido acusó a Ribó de figurar en el libro de los récord por presentar veladas denuncias que luego se vuelven contra él mismo y animó al portavoz de EU a acudir al juez. "Empiezo a pensar que para la izquierda, la educación pública es un campo de batalla", sentenció.