"Una temporada para olvidar"
César Ferrando, tras el triste empate del Atlético con el Getafe, resume su pésimo curso
El Atlético puso la última carga de dinamita sobre un proyecto que ha estallado en los últimos ocho partidos. Los mismos en los que no ha marcado Torres. Una explosión incontrolada que ha arrastrado al técnico, César Ferrando, y que ha provocado un profundo divorcio entre el club y la afición. Además, aunque se dieron todos los condicionantes -resultados del Depor y el Athletic-, el Atlético no consiguió entrar en la Intertoto. Un asunto menor muy relevante para una entidad con 150 millones de deuda. Aguilera jugó su último partido como profesional tras 18 añoss. Otro final triste. "La temporada ha sido para olvidar", resumió Ferrando. Con razón.
Las gradas vacías. Unos cuantos seguidores señalando al palco. Los jugadores sin saber muy bien porqué esforzarse. El técnico local desencajado, viendo desde la banda como su equipo terminaba de descomponerse. La Intertoto, ese pequeño premio, era el último asidero de un conjunto en caída libre. Era importante. La entidad estima las pérdidas por no estar en Europa en más de 12 millones. El club debe 150. Era vital, pero a nadie le importó. Qué más daba. El Getafe, solidario y con gusto por la pelota, controlaba el partido.
ATLÉTICO 2 - GETAFE 2
Atlético: Cuéllar; Velasco, Pablo, García Calvo, Sergi (Medina, m. 46); Aguilera (Jorge, m. 27), Luccin, Ibagaza, A. López; Núñez; y Fernando Torres.
Getafe: Aragoneses; Yanguas, Belenguer, Nano, Pernía; Cotelo (Yordi, m. 88), Rivas, Cubillo, Vivar Dorado; Kome (Riki, m. 84) y Craioveanu (Asen, m. 57).
Goles: 0-1. M. 21. Cubillo, de penalti cometido por Pablo sobre Craioveanu. 1-1. M. 46. Belenguer pifia en un despeje de cabeza en el área y Núñez, sin dejar caer la pelota, marca. 1-2. M. 56. Craioveanu remata a puerta vacía. 2-2. M. 90. Núñez, de fuerte tiro desde la frontal.
Árbitro: Losantos Omar. Amonestó a Pablo, Cubillo, García Calvo, Belenguer y Rivas.
Unos 15.000 espectadores en el Calderón.
Núñez, ridiculizado en ocasiones, fue el mejor del Atlético. Gracioso o no, Núñez ha jugado los últimos partidos, con todo perdido, y, al menos, no ha irritado a una hinchada hastiada de su equipo. Un grupo que ha terminado sin objetivos, con el entrenador en la calle y la afición encaramada al palco. Triste final. "Para olvidar".
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