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Dos bombas causan 22 muertos en un mercado de Indonesia

Temor a un nuevo brote de violencia entre cristianos y musulmanes

Dos bombas explotaron ayer en un concurrido mercado de la ciudad de Tentena, en la isla indonesia de Sulawesi, escenario de violentos choques entre cristianos y musulmanes en 2000 y 2001. Al menos 22 personas murieron y medio centenar resultaron heridas, según informaron fuentes policiales, que no descartaron la posibilidad de que se trate de una acción de extremistas islámicos.

Este doble atentado es el mayor ocurrido en Indonesia desde el estallido de dos bombas en la isla de Bali que mataron a 202 personas, la mayoría turistas, en octubre de 2002.

Testigos presenciales indicaron que las explosiones en el pequeño mercado se sucedieron con un intervalo de 15 minutos, lo que hizo que la segunda causase muchas más víctimas entre las personas, incluidos dos policías, que habían acudido a socorrer a las víctimas de la primera explosión. El mercado está próximo a una comisaría de policía.

Tentena, una localidad dominada por cristianos, está situada apenas 40 kilómetros al sur de la ciudad de Poso, núcleo principal de la violencia sectaria que causó cerca de 2.000 muertos y 100.000 desplazados hasta la firma, en diciembre de 2001, de un acuerdo de paz. Precisamente en Tentena hay un gran campo de refugiados de los enfrentamientos de Poso.

El 85% de los 230 millones de habitantes de Indonesia son musulmanes. Los enfrentamientos con la minoría cristiana son recurrentes, sobre todo en el archipiélago de Molucas, donde la comunidad cristiana es mayor y desde donde, según los analistas, se expandió a Sulawesi, en 1998.

En un claro intento por evitar un nuevo brote de violencia, el Gobierno local señaló que el doble ataque no guarda relación con el conflicto religioso. En parecidos términos se expresó el vicepresidente indonesio, Yusuf Kala, quien en una conferencia de prensa en Makasar, capital provincial de Sulawesi Sur, consideró el atentado como obra de terroristas pero subrayó que no lo creía vinculado a la violencia sectaria. "Fue realizado por terroristas, y no por las facciones en guerra musulmanas y cristianas. El objetivo de los autores era violentar la situación de seguridad en Poso", afirmó. "Son terroristas de fuera. Se trata tal vez de un grupo que también creará problemas en otros países. El problema del terrorismo es el problema del mundo", destacó. Kala, con estas palabras, trató de inculpar a Yemáa Islamiya, la rama de Al Qaeda en Indonesia.

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"Todavía no sabemos cuál fue el motivo de la explosión, pero claramente las bombas pretenden causar disturbios en la seguridad de la región", afirmó el jefe de la Policía central de Sulawesi, el general Aryando Sutadi.

En enero pasado la Policía descubrió 60 bombas caseras almacenadas en una casa abandonada en Poso. Este mismo mes, fueron detenidos en Sulawesi Central tres extremistas musulmanes, acusados de haber colocado diversas bombas.

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