Un preparador olímpico para el presidente

En el Monte do Gozo, a pocos kilómetros de Santiago, los peregrinos recuperan tradicionalmente los bríos a la vista de las torres de la catedral. En lugar de ello, la escocesa Dawn y el alemán Marcos, que alcanzaron ayer por la tarde la penúltima etapa de su peregrinaje desde la frontera francesa, quedaron atrapados por el paisaje del interior de una carpa donde José Luis Baltar, el presidente de la Diputación de Ourense, tocaba el trombón en una charanga y Amparo González, cabeza de lista provincial del PP, aporreaba los platillos.

Baltar no comió en la carpa de autoridades si no que compartió empanada y pulpo con los suyos, afiliados y simpatizantes populares llegados del último rincón de la provincia. "Yo trabajé mucho para el PP, llegaba el alcalde y preguntaba ¿qué? Y yo le contestaba 'por la parroquia no vengas para nada'. Iban los coches pequeños a buscar gente", recuerda Gumersindo Miranda, un vecino de A Bola de 78 años sobre su trajín electoral de otros tiempos.

Sobre el escenario del Monte do Gozo al que subieron los oradores del PP sólo había una persona que superase la treintena, pero en el interior de las carpas se registraron varios saltos generacionales, con la proliferación de asistentes que sobrepasaban los 50. Inés Palmas, de 66 años, dueña de un restaurante en Vigo, se desplazó con un grupo de la residencia de mayores en el que también figuraba Enriqueta Arias, de 79, tres años menos que el candidato Manuel Fraga sobre el que exclamó: "¡Y mira lo joven que está!".

Menú de lujo

Ni una ni otra pagaron por la comida porque el convite corre a cuenta del PP, excepto en la carpa de los populares de Pontevedra, donde los 750 comensales aportaron 10 euros por un menú de lujo construido a partir de varias donaciones e ideado por José Luis Torrado, un amante de la gastronomía y preparador físico de Fraga. Cacheira prensada, arroz de marisco, guiso de ternera y de rabo de toro, pan horneado a la leña, rosca, albariños y tintos de la Ribeira Sacra. El único lugar donde el recuento de personas no podía contabilizarse mediante raciones de empanada.

Torrado ha acudido a cinco Olimpiadas como preparador físico y recuperador, pero casi se vanagloria más de haber cocinado en todos los continentes: "En Namibia les hice una fabada". A diario visita, desde hace 12 años, a Manuel Fraga, a quien trata gratis. "Si una noche tiene cena pues le hago un masaje y si no hacemos los ejercicios de acuerdo con sus médicos", explica. "Siempre digo que lo estoy preparando para nuestra Olimpiada", zanja.

También agradecería sus servicios Ovidio Fernández López, que nació hace 84 años en una aldea de Lugo en una familia de nueve hermanos que sobrevivían del campo a duras penas y que padece algunas dificultades para caminar: "Fraga está de maravilla para los años que tiene, pero le pasa como a mí, igual no termina la legislatura".