Caras de póquer en Nürburgring
La parrilla, con Heidfeld al frente y Alonso sexto, y la carga de gasolina plantean una carrera incierta
La gorra azul con el número 5 se movía ligeramente, al compás del movimiento intermitente del entrecejo que casi tapaba, el de Fernando Alonso. No era la única cara de póker que se vio ayer en el paddock del circuito de Nürburgring (Alemania) una vez concluida la tanda de clasificación para la carrera. Quien más quien menos elucubraba, urdía sus propias hipótesis o trataba de contrastar pareceres para sacar alguna conclusión sobre cuántos litros de gasolina cargó cada bólido. Se trataba de explicar cómo era posible que Kimi Raikkonen no lograra ser más rápido que Nick Heidfeld, que conquistó la primera pole position de su carrera, o de discernir por qué Alonso sólo pudo ser sexto, Michael Schumacher décimo -superado por su compañero de equipo Rubens Barrichello, séptimo-, o Jarno Trulli cuarto...
"Estoy sorprendido, como todos", contó el piloto asturiano bajo un sol de justicia que calentó el aire hasta los 30º y el asfalto hasta casi los 50, más o menos las mismas condiciones previstas para la carrera. "El sexto puesto de salida no es la mejor posición para optar a la victoria. Pienso que los demás han ido menos cargados de gasolina. Tal vez nos hayan cogido miedo al ver que hemos hecho el mejor tiempo en la tercera tanda de los entrenamientos libres".
Por primera vez esta temporada se recuperó el formato de clasificación para la parrilla de salida de la pasada temporada, es decir, se computa una vuelta lanzada en lugar de las dos tandas que hasta ahora se disputaban el mediodía de los sábados y los domingos por la mañana. La gasolina con la que los coches concluyeron la búsqueda del mejor puesto es la misma con la que empezarán hoy a competir. En consecuencia, la carga de carburante será determinante para las estrategias de cada equipo, para saber qué pilotos se detendrán antes o después en los boxes para repostar y para conocer el verdadero valor de los tiempos alcanzados. El mejor fue para Heidfeld, de Williams. Un bofetón para Mercedes. La marca asociada con McLaren había depositado muchas esperanzas en que este piloto nacido hace 28 años en Moenchengladbach se convirtiera en el relevo de Michael Schumacher. Tuteló sus inicios en la fórmula 1. Pero no cuajó. Aquello fue hace seis temporadas. Después de un largo trasiego por escuderías como Prost, Sauber y Jordan, este año, muy a última hora, con la temporada a punto de dar inicio, Heidfeld le arrebató el puesto al italiano Antonio Pizzonia para formar en el equipo Williams BMW junto al australiano Mark Webber. Al fin, ayer Heidfeld obtuvo la primera pole de su carrera, en la que suma tres podios, el último eso sí, el segundo puesto que consiguió la pasada semana en Mónaco.
No le concedió mayor importancia Alonso al tiempo de Heidfeld ni al tercer puesto de Webber. "Williams no ha demostrado estar entre los grandes, nuestra carrera no es con ellos sino con los McLaren, luchar con ellos y alcanzar como mínimo el podio". El asturiano partirá desde la tercera línea de la parrilla, junto al colombiano Juan Pablo Montoya, mientras que el otro McLaren, el de Raikkonen, se situará en la primera línea, junto al Williams de Heidfeld. Todos admitieron albergar tantas incertidumbres como Alonso. "Nuestros resultados en los entrenamientos de estos últimos días son consistentes", comentó Raikkonen. "Pero es difícil saber dónde estamos comparados con los otros equipos en cuanto a la cantidad de gasolina con la que empiece cada uno. Si realizo una buena salida podré luchar por la victoria". Sería la tercera consecutiva para el finlandés.
También Alonso, que mantiene una ventaja de 22 puntos sobre Raikkonen en la clasificación del Mundial, deposita buena parte de sus posibilidades de luchar por el podio en efectuar una buena salida -este año siempre estuvo entre los primeros puestos de la parrilla excepto en Australia, donde partió el 13º y acabó el tercero-, así como en una adecuada respuesta de las gomas, cuyo desgaste tanto le perjudicó la semana anterior en Mónaco. "Nuestros neumáticos parecen en buenas condiciones, mejores que las de nuestros rivales. Y el coche ha demostrado una buena consistencia en las tandas largas, con los neumáticos usados", afirmó. El mismo cuento aplicó a los Ferrari: "En las tandas largas han demostrado que están bien y a partir de la vuelta 30 o 40, cuando los demás empecemos a sufrir, ellos mejorarán porque van cargados de gasolina y Michael [Schumacher] será de los últimos que paren a repostar".
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