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Reportaje:

REM, a medio gas

El público echó en falta más potencia al sonido de los estadounidenses en Torrevieja

El comentario a la salida del concierto que el viernes por la noche congregó en Torrevieja a unas 20.000 personas fue generalizado: faltó potencia al sonido de los Rapid Eye Movement (REM). Fue un concierto a medio gas que el trío estadounidense abrió con I took your name, a las 22.35, y cerró con Man on the moon apenas dos horas después.

Además de echar de menos unos cuantos decibelios también se comentó que el grupo de Georgia (EE UU) abusó de las canciones de su último trabajo, el controvertido Around de sun, tranquilas y poco conocidas, en un concierto con gente ansiosa de escuchar los temas más clásicos de la formación. Fue necesario recurrir a sus viejos éxitos para provocar la euforia del público, esa que se supone que debe presidir los conciertos multitudinarios. Éstos llegaron, con cuentagotas, en el último tercio del concierto. Y la gente lo agradeció. Michael Stipe, vestido con un traje de rayas negro, se dirigió en varias ocasiones al público, una de ellas para felicitar a España por legalizar las uniones entre homosexuales.

A falta de que el sonido llegara contundente a los lugares más distantes del escenario, el público valoró la puesta en escena que, aun sobria, fue de innegable belleza plástica. Dos pantallas panorámicas de vídeo ponían imágenes a los temas desde lo alto mientras las luces del escenario viraban del blanco neón al verde, rosa, azul y rojo eléctricos, casi lacerantes.

Tras el concierto, quienes hablaron con el líder de la banda, Michael Stipe, comentaron que éste quedó "sorprendido" por la gran acogida del público. El concejal de Cultura de Torrevieja, Eduardo Dolón, manifestó a Efe que para Stipe fue "el concierto más numeroso", y con probabilidad, "sea el mejor de toda la gira española". REM realizó el siguiente encargo para los camerinos, adornados al estilo zen: peritas lichis, un kilo de fresas, frutas de la pasión, dos kilos de lechuga, uno de espárragos y cuatro botellas de Rioja.

Ya despojado de sus pinturas de guerra sobre los ojos, pidió al edil que transmitiera a los ciudadanos lo encantado que había quedado con los asistentes. Sin embargo, éstos permanecieron más expectantes que entregados. Torrevieja superó con nota la organización del mayor concierto que se ha ofrecido en esa ciudad.

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