Gallardón hará peatonal la plaza del Callao y un nuevo tramo de Preciados
La demolición del aparcamiento de Santo Domingo comenzará en otoño
El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, anunciaron ayer su última propuesta para restringir el tráfico en el centro urbano: aprovechando su promesa electoral de demoler el aparcamiento en altura de la plaza de Santo Domingo -las obras comenzarán finalmente este otoño, con un año de retraso-, adelantaron que, paralelamente, convocarán un concurso de ideas para peatonalizar la plaza del Callao y el tramo de la calle de Preciados que une ésta con Santo Domingo. La calle de Jacometrezo también quedará cerrada al tráfico privado, y en ella se concentrarán las dársenas de autobuses.
Esas obras de restricción del tráfico de una de las zonas más emblemáticas del centro, aunque serían diseñadas a lo largo de 2006, no comenzarían hasta 2007, en un eventual segundo mandato del alcalde. Aún no tienen, por tanto, ni plazo de ejecución ni presupuesto.
Lo que sí comenzará por fin es la demolición de las plantas en superficie del aparcamiento municipal de Santo Domingo -el primer estacionamiento público de España, abierto en 1959- para "devolver la plaza al peatón". Ésta fue una de las principales promesas electorales de Ruiz-Gallardón, que ya había prometido lo mismo siendo presidente regional.
El 19 de septiembre de 2003, el gobierno municipal aprobó sacar a concurso el proyecto, y el alcalde aseguró que las obras comenzarían en el otoño de 2004. Pero la negociación mantenida hasta el último momento con el empresario que tiene la concesión para gestionar el aparcamiento -y que pedía más indemnización por la pérdida de plazas de garaje de la que el Ayuntamiento estaba dispuesto a dar- ha retrasado todos los plazos. Finalmente, el Ayuntamiento ha roto las negociaciones y expropiará el aparcamiento amparándose en el interés público, según anunció ayer Ruiz-Gallardón. Las obras comenzarán "en el último trimestre de 2005" y se extenderán 18 meses, hasta abril de 2007.
El resultado será "una nueva plaza pública" aterrazada (el terreno está en pendiente) y liberada del mastodonte que ahora supone el aparcamiento en altura. En septiembre de 2003, el alcalde dijo que las 567 plazas de garaje se mantendrían, pero finalmente se perderán 201, porque los técnicos han concluido que es imposible acomodarlas bajo la calle de Jacometrezo, donde la Comunidad está abriendo una nueva boca de metro."Estábamos en el límite [de plazo] para cumplir el compromiso contraído con los ciudadanos" de demoler el aparcamiento municipal de Santo Domingo", admitió ayer Ruiz-Gallardón en la conferencia de prensa posterior a la reunión semanal de su gobierno. Las obras durarán 18 meses y obligarán a cortar en algún momento la entrada a la plaza desde San Bernardo y la salida a Preciados, aunque los responsables de la Concejalía de Urbanismo señalan que serán sólo unas semanas de cierre al final, allá por 2007.
Esa zona está ahora mismo tomada por los operarios y las máquinas de la Comunidad, que excavan bajo la calle de Jacometrezo la nueva estación de metro de Callao. El alcalde intentó tranquilizar a los vecinos asegurando que "ambas obras no se van a solapar". "Los trabajos del metro terminarán antes de que empiecen los del aparcamiento de Santo Domingo", dijo.
Cuando la demolición de las plantas de garaje en altura termine, la plaza de Santo Domingo, que existe en la cartografía madrileña desde 1635, será devuelta "a los ciudadanos": en ese suelo quedará un espacio público aterrazado en tres niveles, para salvar la fuerte pendiente de la calle, y dotado de una zona verde y algún elemento ornamental, probablemente una lámina de agua.
Las 366 plazas de aparcamiento bajo tierra se conservarán, y serán construidos tres nuevos accesos al garaje: uno de entrada en la calle de San Bernardo, otro de salida en la de Jacometrezo y otro con ambas funciones en una de las esquinas del aparcamiento. Ruiz-Gallardón subrayó que este plan se incluye en el proyecto de "recuperación del centro" que supuso uno de los pilares de su campaña electoral.
Una vez culminada la reforma de la plaza, en 2007 comenzará la segunda fase del Plan Especial presentado ayer para todo su entorno: Santo Domingo -que en la actualidad no es exactamente una plaza, sino una especie de glorieta rectangular- no será peatonalizada. Pero sí lo será la bulliciosa plaza del Callao -donde coinciden peatones, coches, varias paradas de autobuses y una boca de metro- y la calle que une ambas plazas: el último tramo de la calle de Preciados. Sólo podrán acceder vehículos de emergencia y los de carga y descarga en horario de once de la noche a once de la mañana.
También quedará cerrada al tráfico privado, aunque no será exactamente peatonal, la calle de Jacometrezo, donde serán concentradas todas las dársenas de autobuses que ahora se reparten por Preciados, Callao y sendos tramos de San Bernardo y Gran Vía. Por último, el ramal este de la cuesta de Santo Domingo se destinará igualmente a los peatones, de modo que los coches que quieran bajar hacia Ópera tendrán que hacerlo por el ramal oeste (ver gráfico). La circulación que ahora atraviesa Santo Domingo desde costanilla de los Ángeles o, por ejemplo, en el lado opuesto, desde San Bernardo, se mantendrá. "Se creará un eje peatonal que conectará la Gran Vía, el palacio de Oriente y el Teatro Real", afirmó el alcalde, aunque ese eje no será continuo.
Cómo se diseñará esa nueva área peatonal es algo que el Ayuntamiento decidirá y pondrá sobre el papel a lo largo de 2006. El gobierno municipal convocará antes del verano de ese año, en colaboración con el Colegio de Arquitectos de Madrid, un concurso de ideas para conseguir "un diseño homogéneo e integral de toda la zona", según apuntó ayer la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez.
Para la remodelación de Santo Domingo, una vez desaparezcan las plantas de aparcamiento en superficie, sí tiene ya el Ayuntamiento algunas ideas: habrá probablemente láminas de agua (no una fuente) y unas estructuras de chapa en las que crecerán "glicinias o jazmines", además del arbolado de porte y "arbustos como romero, lavanda o tomillo". Esa nueva plaza pública tendrá que distribuirse en forma de terraza, con dos o tres niveles comunicados por escalones, porque la cuesta de Santo Domingo presenta una fuerte pendiente.
Una negociación tensa que acabó en expropiación
La empresa Aparcamiento y Obras, SA, gestiona, en régimen de concesión, el aparcamiento municipal de Santo Domingo desde su apertura en 1959. Esa concesión vencía en 2005, pero en 1997 el entonces alcalde, José María Álvarez del Manzano, la prorrogó hasta el año 2018.
En 2003, cuando Alberto Ruiz-Gallardón ganó las elecciones y anunció como una de sus primeras medidas la demolición de ese estacionamiento, la Concejalía de Hacienda comenzó a negociar con la empresa para intentar llegar a un acuerdo sobre la indemnización que ésta recibiría por las pérdidas sufridas durante las obras y la eventual reducción de plazas de garaje. Pero Aparcamiento y Obras, según fuentes municipales, llevó sus reclamaciones hasta un punto que Hacienda consideraba lesivo para las arcas públicas, y la negociación se tensó hasta dar lugar a sucesivos plantes de ambas partes, lo que ha hecho peligrar el plazo marcado por el alcalde para cumplir su promesa electoral.
La última oferta del Ayuntamiento fueron 9 millones; el empresario exigió 11 millones. Finalmente, Gallardón anunció ayer que la solución será la expropiación, y por vía de urgencia, aunque matizó que el concesionario tiene 20 días de plazo legal para pensárselo mejor.
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