Gasquet, en la estela de Noah
El rival de hoy de Nadal es el francés con más expectativas desde 1983
Por sus historiales, no es lógica la expectación del duelo de hoy en Roland Garros entre los dieciochoañeros Rafael Nadal y Richard Gasquet. El primero es ya el quinto tenista del mundo y suma seis títulos. Pero el segundo es quien más expectativas ha despertado en Francia desde que Yannick Noah le dio, en 1983, su último triunfo en París.
Gasquet no ha ganado aún como profesional. El 28 de febrero era el 149º y el 4 de abril el 109º. Su primera explosión fue hace dos meses, cuando ganó al número uno, Roger Federer, en Montecarlo antes de ser eliminado por... Nadal. Después, alcanzó en Hamburgo su primera final de un Masters Series. Los técnicos aseguran que ha pasado la turbulenta etapa de la integración en el circuito y que ahora comienza a demostrar su verdadero potencial.
"Estaba poco acostumbrado a la derrota y se topó con un mundo que no era el suyo", cuenta en Le Figaro Guy Forget, ex jugador y capitán del equipo francés de la Copa Davis; "quedó aplastado por el cambio y hasta que se adaptó no consiguió que hablara su talento. Qué placer verle ahora liberado, encadenando melodías, cuando antes sólo interpretaba solos, acumulaba faltas y se equivocaba en la elección de los golpes".
Gasquet aprendió el tenis con su padre, director de un club, y su madre, entrenadora. No tenía ni 10 años cuando le apodaron El Mozart de las Pistas. Ganó a Nadal en Los Pequeños Ases de 1999, en Tarbes, camino de un título que en 2000 logró el español. Luego, a los 16 años, fue considerado el mejor júnior tras ganar Roland Garros y el Open de Estados Unidos.
"Le vi jugar en Sérignan", recuerda Pierre Barthès, ex número uno francés y ya sexagenario; "era extraordinario. Me lo traje a Adge y pelotée con él. Tuve la sensación de enfrentarme a un viejo jugador, malicioso e inteligente. Siempre supo sobrevivir entre chicos mayores".
Cuando Gasquet se desplazó a París pasó épocas difíciles. La influencia familiar seguía siendo demasiado fuerte. Entonces, la federación le destinó a uno de sus mejores técnicos, Eric Deblicker, que ordenó las cosas. Él lo entrena, sus padres le apoyan y Alain González trabaja sus aspectos mentales. El cambio se produjo en septiembre y los resultados están ahí. Pero muchos jugadores no esconden su escepticismo: "¿Cómo va a ganar Gasquet a Nadal?", se preguntaba ayer el argentino Mariano Puerta; "el balear va a hacer historia". Tal vez, Gasquet también, pero aún no está tan claro.
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