_
_
_
_
Reportaje:TENIS | Torneo de Roland Garros

La crisis de los 'veintimuchos'

David Sánchez, ganador del tricampeón Kuerten, ha precisado ayuda psicológica para recobrar la motivación

A él le ocurrió y no era un caso especial. David Sánchez renunció esta temporada a viajar a Estados Unidos para hacer la gira de las superficies duras, desde finales de febrero hasta finales de marzo, que concluye en Miami. Se negó a desplazarse porque atravesaba uno de los momentos más duros de su carrera. A sus 27 años y clasificado ya por debajo de los 80 primeros tenistas del mundo, no encontraba la motivación necesaria para afrontar la parte final de su periplo. "Sabía que iba a perder muchos puntos, pero me estaba planteando: '¿Qué haré allí?", reconoce el zamorano, que hoy jugará la segunda ronda del torneo de Roland Garros frente al sueco Thomas Johansson, 19º cabeza de serie, tras haber superado en la primera al brasileño Gustavo Kuerten.

"Hice un parón porque necesitaba urgentemente aclarar mis ideas. No veía sentido a lo que hacía"

Su caso puede parecer atípico, pero no lo es. A pesar de que, aparentemente, suelen ganar mucho dinero y se mueven como auténticos millonarios, una buena parte de los profesionales del circuito acaban teniendo la impresión de no formar parte de nada y echan en falta la recuperación de sus raíces. Cuando llegan a lo que Sánchez define como "la tercera parte" de sus carreras, a algunos no les queda más remedio que recurrir a las ayudas psicológicas para seguir adelante: "Hice un parón porque necesitaba urgentemente aclarar mis ideas. Me sentía falto de motivación. No tenía ganas de continuar y no veía sentido a lo que estaba haciendo. Así que no me quedó más remedio que buscar soluciones".

Necesitaba apoyo y lo encontró a través del esteópata francés Paul Dorochenko, con quien lleva trabajando desde hace algunos años, al igual que Carlos Moyà, y que antes estuvo también con Sergi Bruguera. "Vete a París y acude a Ralf. Él puede echarte una mano", le dijo. Y Sánchez se puso en marcha. Ralf Hyppolite es un psicólogo que conoce en profundidad el deporte porque ha estado trabajando toda su vida con jugadores de voleibol. "Cuando fui a verle, tenía cierto temor porque no me gustaba pensar que debería contarle aspectos de mi vida que considero muy íntimos", cuenta Sánchez; "pero él no seguía este sistema de análisis del comportamiento. Me explicó los distintos ciclos que vas siguiendo en la vida. Me recordó que todo es más fácil cuando juegas sin pensar, pero que luego mantener lo que tienes cuesta mucho más. Son conceptos muy simples, pero que a veces se te cruzan y llega un momento en que te lo replanteas todo".

Buscando un ejemplo de lo que quería explicar, el psicólogo le habló de Rafael Nadal. "Igual llega a ser el número uno. Puede planteárselo. Tiene capacidad para lograrlo. Sin embargo, tu objetivo no tiene por qué ser el mismo. Y no tienes que agobiarte por eso. Tú tienes también tus objetivos. Llevas muchos años entre los 100 primeros y eso tampoco es nada fácil", le resaltó.

Entre enero y febrero, Sánchez ganó un partido en siete torneos y su clasificación cayó hasta el puesto 138º. Una semana antes de llegar a París, en Saint Poelten, alcanzó sus primeros cuartos de final del curso. Y en París ha ganado de entrada a Kuerten, un triple campeón. "Era una victoria que necesitaba", confiesa; "pero tal vez no la habría logrado sin la ayuda de todos estos amigos".

"Es crucial que cuando estás en esta situación te tiendan la mano", agrega Félix Mantilla, otro jugador que en 2004 experimentó un recorrido similar al de Sánchez. Cumplidos ya los 30 años y con un ránking que roza la 90ª plaza, Mantilla, que estuvo entre los diez primeros en 1998, explicó ayer que está en la capital francesa gracias a la ayuda que recibió de Sánchez, Moyà y, especialmente, de Dorochenko, que le resolvió un problema nervioso que le afectaba una pierna.

David Sánchez canta un punto.
David Sánchez canta un punto.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_