Bargalló reprende a Milà y rechaza aplazar el plan energético

El Plan Energético de Cataluña, que incluye la polémica línea de Bescanó, se aprobará en septiembre tras un periodo de dos meses -junio y julio- de presentación de alegaciones. Y no habrá retraso ni ampliación de estos periodos, según aclaró ayer el primer consejero de la Generalitat, el republicano Josep Bargalló. Horas antes, el consejero de Medio Ambiente, el ecosocialista Salvador Milà, contrario a la interconexión eléctrica con Francia, se había mostrado partidario de alargar este periodo de información pública. "Es obvio", afirmó Milà, "que si no son suficientes dos meses habrá que ampliar el plazo (...) porque el debate es permanente".

Milà, además de aportar su opinión, contradijo lo que el propio Consell Executiu, del que forma parte, aprobó el pasado martes. Es decir, dos meses de exposición pública, el mes de agosto para debatir las aportaciones y, finalmente, septiembre para que el Gobierno catalán dé luz verde al plan.

El primer consejero aclaró que este periodo sólo podría alargarse "si se demostrara que el alud de reflexiones y alegaciones es tan grande que requiere una ampliación del plazo para poder recibir más" No obstante, puntualizó que el Gobierno "considera que dos meses es un tiempo suficiente para que la sociedad civil pueda estudiar el plan".

El portavoz de la plataforma contraria a la línea de Bescanó, Javier Llorente, aplaudió la decisión, aunque pidió a la Generalitat que sus sugerencias no caigan en saco roto y se incorporen al documento.