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Reportaje:FÚTBOL | Final de la Liga de Campeones

La motivación de Sheva

Shevchenko, admirador del Liverpool en su infancia, no olvida que Rush, ex delantero de los 'reds', le regaló unas botas

Enric González

Andrei Shevchenko asegura sentirse muy tranquilo. "La final de Estambul", dice, "no es como la de 2004 en Manchester -ganada por penaltis al Juventus tras empatar sin goles en el tiempo reglamentario y la prórroga- porque aquélla era la primera para mí y para casi todos mis compañeros y la tensión nos pesó en las piernas".

Según el goleador ucraniano, el Milan se ha recuperado del bajón -no gana un encuentro desde el pasado 26 de abril- y llega "en plena forma" a la cita decisiva. Existe además un elemento de motivación personal: el Liverpool es, desde su infancia, uno de sus equipos favoritos porque la televisión de su país transmitía precisamente sus partidos. Por añadidura, es en el que jugó uno de sus héroes, el galés Ian Rush.

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Shevchenko conoció a Rush cuando tenía sólo 12 años. Por entonces era uno de los niños evacuados de la región de Chernóbil tras el desastre nuclear y jugaba en los infantiles del Dinamo de Kiev sin grandes perspectivas de progresar hacia las categorías superiores: había fallado una prueba y su padre, de acuerdo con los técnicos, había decidido que siguiera sus propios pasos y estudiara la carrera militar.

Sucedió, sin embargo, que el Dinamo infantil fue invitado entonces a un torneo en Gales, venció y Sheva fue elegido el mejor jugador. El premio eran unas botas, entregadas personalmente por Rush. "Me venían pequeñas, pero las usé de todas formas", recuerda el delantero milanista, que después fue repescado para seguir su carrera en el Dinamo.

"Gerrard, Luis García y Xabi Alonso" son para Shevchenko "los tres mejores jugadores del actual Liverpool, un cuadro con una defensa formidable". Pero él se siente en alza después de una lesión en febrero que estuvo a punto de bloquearle psicológicamente.

Un cabezazo fortuito de un jugador del Cagliari le rompió un pómulo y, sobre todo, le metió el miedo en el cuerpo. La baja duró 46 días. El miedo, más. "Cuando volví a jugar, temía hacerme daño, dudaba un segundo antes de rematar, estaba mal... Pero la ayuda psicológica y los goles acabaron con la pesadilla", explica.

Pese a la lesión, sus números de la temporada son razonablemente buenos: ha rubricado 17 goles en la Liga italiana y seis en la Champions.

En declaraciones a la revista del Liverpool, Sheva da al Milan como favorito. "Sería muy tonto que negáramos nuestra propia fuerza, pero sería igualmente estúpido subestimar al Liverpool y a su defensa, que resulta casi impenetrable", dice.

El ucraniano, que, salvo en el curso 2002-03 -sólo cinco tantos-, siempre ha mantenido con el Milan un promedio de un gol cada dos partidos y que en 2004 fue elegido el mejor futbolista europeo, opina que la experiencia de la squadra rossonera le permite sacudirse muchas de las presiones promios de un compromiso como el de esta noche: "En Estambul jugaremos un partido, eso es todo. Si se mira desde ese punto de vista, tienes más posibilidades de vencer".

Shevchenko intercambia impresiones ayer con Carlo Ancelotti.
Shevchenko intercambia impresiones ayer con Carlo Ancelotti.REUTERS

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