"Lo más importante es la relación humana con los clientes"

Toni Juan Sanfélix ha pasado toda una vida vendiendo periódicos en el mismo barrio, el Carmen de Valencia, y en la misma calle, Corona, donde nació y vive. Ahora, a sus 65 años, se ha jubilado. Ha cerrado el quiosco y librería, convertido en punto de encuentro, y ha colgado los hábitos del oficio que heredó de su padre. Sus numerosos clientes le organizaron una pequeña fiesta sorpresa.

Toni, como se le conoce en el barrio, ha sido testigo de la evolución del Carmen, así como de la prensa española y valenciana, desde los periódicos y revistas censuradas por el franquismo, hasta el actual alud de regalos de todo tipo que se adjuntan al diario, pasando por el época del destape que inundaba las portadas.

Toni recuerda cuando las paradas del mercado de Mossen Sorell ocupaban todas las calles adyacentes y la gente venía a propósito a comprar. Hoy la actividad continúa en el mercado, pero éste muestra persianas ya permanentemente bajadas y las paradas al aire libre son prácticamente testimoniales.

"Hace años había mucha más gente en el barrio, claro. Pero después de la riada de 57 y con la especulación, la gente empezó a marcharse, muchos de ellos al barrio de Marchalenes. Las ayudas que se prometieron para arreglar las casas tras la riuà nunca llegaron. De modo que las casas se empezaron a abandonar y muchas así continúan". Toni albergaba muchas esperanzas de que con la democracia se rehabilitaría todo el histórico y popular barrio. "Pero la percepción que tenía del Plan RIVA es que por fin la actuación iba en serio, pero se ha quedado muy corto", opina el quiosquero que sólo ha visto pasar una vez por delante de su establecimiento a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y fue en época electoral.

Toni reconoce también que en los últimos años ha aumentado la gente que ha hecho un "esfuerzo para vivir o continuar viviendo" en el barrio, y ha llegado un tipo de vecinos, "estudiantes y jóvenes, entre otros, con un nivel cultural entre medio y alto". En su librería lo ha notado: en las peticiones y en el interés mostrado, aunque, insiste, falta mucho camino por recorrer.

Toda una vida en el quiosco, en la que "lo más importante ha sido la relación humana con los clientes, que me han aportado un buen bagaje", comenta Toni.