Moratinos insta a Montenegro a mantener la unión con Serbia

El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, instó ayer a Montenegro a que "prosiga el diálogo, para que la unión [con Serbia] pueda seguir trabajando". "El diálogo y el consenso es la mejor manera de alcanzar acuerdos, y eso es lo que se espera, principalmente desde una perspectiva europea", añadió el ministro. Moratinos hizo estas declaraciones tras reunirse en Belgrado con el primer ministro de Montenegro, Milo Djukanovic, al iniciar una gira por los Balcanes que es la primera de un ministro español de Exteriores desde la de Josep Piqué en noviembre de 2000. La entrevista de ayer es también la primera de un jefe de la diplomacia española con un primer ministro montenegrino.

El objetivo esencial de este viaje de Moratinos es evaluar la situación en una región donde España tiene desplegados 1.500 soldados, y sobre la que la comunidad internacional, especialmente la Unión Europea, deberá adoptar en los próximos meses decisiones importantes relativas a las misiones de paz e incluso al futuro ordenamiento territorial surgido de las guerras étnicas de finales del pasado siglo.

El Estado Federal de Serbia y Montenegro, acordado el 14 de marzo de 2002 y constituido un año más tarde, expira el año próximo, entre las habituales reivindicaciones montenegrinas de independencia. La UE quiere que la federación sea renovada con carácter definitivo, y esa es la posición que defendió ayer Moratinos.

Derechos humanos

El ministro viajará hoy a Kosovo, donde el contingente militar español tiene 780 efectivos. La ONU prepara ya un informe sobre el grado de cumplimiento de los criterios de institucionalidad y respeto a los derechos humanos fijados por el protectorado internacional en 2001. La idea es que, si el secretario general, Kofi Annan, lo encuentra satisfactorio y eleva a definitivo, el Consejo de Seguridad pueda abrir en septiembre el debate sobre el estatuto definitivo del territorio.

Una vez más, Moratinos defenderá en este caso la posición europea de que Kosovo ni debe ser dividido entre serbios y albaneses, ni puede ser independiente como consecuencia de una decisión impuesta por esta última etnia, mayoritaria (el 90% de la población) a la minoría serbia.

En Bosnia, donde los soldados españoles son 484, el ministro indagará mañana la evolución política del contencioso entre musulmanes, serbios y croatas, con vistas a las decisiones sobre presencia militar que, previsiblemente, la UE deba adoptar tras haberse hecho cargo de la misión a finales de 2004.

Moratinos concluirá su gira el jueves en Zagreb, donde, además de las relaciones bilaterales, el tema será la aproximación a la UE. El ministro insistirá, como en sus escalas previas, en que un escrupuloso respeto al Tribunal de La Haya para los crímenes en la antigua Yugoslavia es condición indispensable para las negociaciones.

Antes de llegar Belgrado, el ministro firmó, en Varsovia, una Convención Europea para la Prevención del Terrorismo aprobada en el marco del Consejo de Europa, a la que España ha contribuido con la insistencia en la protección de las víctimas y en la penalización de la apología del terrorismo.