El 'efecto Cúper', contrarreloj

El Mallorca ve la luz al final del túnel, pero, corriendo como corre contrarreloj, no está claro que llegue a tiempo a la salida y evite el descenso. De momento, lleva una racha formidable, con cinco partidos invicto, y ya está a sólo un punto del Levante.

¿Qué ha cambiado para que el milagro sea posible? Desde la jornada 32ª, ambos equipos han seguido trayectorias opuestas. Mientras el de Héctor Cúper ha sumado tres victorias y dos empates, 11 puntos, el de Bernd Schuster antes y José Luis Oltra ahora ha totalizado cuatro derrotas consecutivas y una igualada. Eso sí, los azulgrana cuentan a su favor con el balance particular, ya que ganaron sus dos encuentros directos.

El Mallorca tocó fondo a principios de abril tras encadenar cuatro derrotas y quedarse descolgado, a diez puntos de la salvación. En el momento más bajo, Cúper salió al paso de los rumores sobre su futuro asegurando que sus intenciones eran las de "cumplir el contrato de tres años" que le une al club "sean cuales sean las circunstancias". Obviamente, se refería a la posibilidad, cada vez más cercana, de tener que dirigir al conjunto en la Segunda División.

El argentino había regresado al club en el que se dio a conocer precedido por una aureola de reactivo infalible. El cuadro balear había firmado un pésimo inicio de temporada a las órdenes de Benito Floro y se veía en Cúper un sinónimo de solvencia defensiva y eficacia ofensiva. Pero la reacción no llegó.

A falta de seis jornadas para el final, los números del Mallorca seguían siendo los de un segunda: era el más goleado del campeonato y se había hundido todavía más en el pozo. Se comenzó entonces a poner en duda la arriesgada apuesta económica que había realizado su presidente, Mateu Alemany, para fichar al ex técnico del Valencia y el Inter y que es uno de los mejor pagados de Europa: sus ingresos rondan los tres millones de euros por temporada.

"Uno siempre ha de tener fe, máxime cuando hay pobilidades aritméticas. Ahora mismo, el único objetivo de la plantilla es ganar el partido siguiente". Ése fue el mensaje de Cúper a sus jugadores y a la afición cuando el descenso estaba más que asumido, a falta de siete jornadas para la conclusión.

Sólo entonces los jugadores comenzaron a tomarse el reto muy en serio. Desde ese momento, el Mallorca no ha perdido ningún encuentro. Su fulgurante reacción tiene nombres propios. El de Casadesús, por ejemplo. Un delantero de la cantera que ha entrado en las alineaciones en el último tramo liguero y que desde el primer minuto demostró más ganas y coraje que muchos de sus desmoralizados compañeros. Con tres goles en cinco envites, se ha ganado por derecho propio la titularidad.

También crucial ha sido el despertar de otros que, durante el curso, habían ofrecido un rendimiento muy por debajo de sus posibilidades. Es el caso de Campano, que ha vuelto a ser el gran pasador que era y ha visto puerta en dos ocasiones, y el de Farinós, al que por primera vez se le percibe cómodo al mando del equipo en el centro del campo. El japonés Okubo también ha aprovechado sus oportunidades para mostrarse como todo un atacante insidioso y participativo.

En el último suspiro de la Liga, el esperado efecto Cúper se ha hecho, pues, realidad. En Palma se reza ahora por que no sea demasiado tarde.