Sergio Gadea, el más pequeño de la clase, sale del anonimato
El más pequeño de la clase. Sergio Gadea (Puçol, 30 de diciembre de 1984) pilotó ayer en Le Mans como nunca antes lo había hecho. Este valenciano de 20 años, cuyo mejor resultado hasta ayer era la quinta posición conseguida en Valencia, su trazado preferido, la temporada pasada, llevó a cabo una remontada espectacular tras salir desde la décima posición de la parrilla. Gadea fue segundo por detrás de Thomas Luthi cuyo himno, el suizo, volvió a sonar en los Mundiales. No lo hacía desde 1989, cuando Jacques Cornu venció en Spa Francorchamps.
No comenzó halagüeña la jornada para los españoles de 125cc tras los abandonos de Héctor Faubel, Joan Olivé, Álvaro Bautista, Jordi Carchano y Angel Rodríguez. Luthi, que salió desde la pole, no dio opción a sus rivales. Pero Gadea, tras una notable progresión, pasó de la undécima posición en la sexta vuelta a la segunda a seis del final. Le faltaron tres vueltas al valenciano para poder contactar con Luthi y dedicar el triunfo al verdadero responsable de que esté enrolado en esto de las carreras.
"Este segundo puesto se la dedico a mi abuelo Pablo y mi amigo Héctor, que falleció hace poco", declaró Gadea; "mi abuelo competía en los años 50 en el Campeonato de España con la moto que usaba a diario en el trabajo mientras los otros pilotaban motos oficiales". Gadea comenzó a competir muy tarde, hace tres años, cuando tenía 16: "Mi padre no quería que corriera, pero entonces me puse pesado y al final lo conseguí. Había pilotado minimotos, pero lo había dejado".
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