La picardía de Villa, decisiva

David Villa, el delantero del Zaragoza, le buscó las cosquillas a Coloccini cuando le dio una patadita con el juego parado. El argentino, que cayó en la provocación, le tiró el balón a la cara. El colegiado Moreno Delgado lo vio, le mostró la roja y, de paso, abrió las puertas al Zaragoza para que pudiera lograr la remontada. Munitis y el canterano Xisco, que aprovecharon la pasmosa fragilidad de la defensa maña, otorgaron a la afición deportivista, al menos, la ilusión de no despedirse antes de tiempo de Europa. Pero Villa y el mediocentro Generelo se las quitaron. Ambos equipos, con casi toda seguridad, no alcanzarán la Copa de la UEFA.

Generelo se está convirtiendo en un especialista en tiros lejanos. Lo hizo frente al Austria de Viena y el Dnipro en la UEFA y contra el Valencia en la Liga. Ayer, tras aprovechar una cesión hacia atrás de Savio, repitió ante el Depor con un disparo raso y ajustado a la cepa del poste. La ingenuidad de Coloccini obligó a su equipo a replegarse atrás, a ceder el terreno y la posesión del balón. Generelo, entonces, selló su actuación con otro gol. El del empate.