Los Verdes y Els Verds se enfrentan por el modelo de organización a cuenta del sueldo de Hammerstein

La cesión al partido de parte del sueldo y de las cantidades que en concepto de subvenciones y gastos percibe el eurodiputado verde valenciano David Hammerstein ha hecho aflorar de nuevo las diferencias en torno al modelo de organización de la confederación de Los Verdes españoles por lo que respecta a su relación con los partidos que la integran, en este caso Els Verds del País Valencià. Este último partido, al que está afiliado Hammerstein, ha abierto expediente al eurodiputado -elegido el año pasado en las listas del PSOE- por "incumplir con el principio estatutario de transparencia y las obligaciones de todo cargo público". Es decir, por no pasar al partido parte de su sueldo, como establecen los estatutos de la formación, que obligan a todo militante que desempeña un cargo público a depositar sus nóminas y justificar su vida económica ante la organización.

El eurodiputado valenciano no cede parte de su nómina al partido en Valencia

La dirección de Els Verds asegura haber intentado comunicar con Hammerstein por todos los medios a su alcance. Sin éxito, dicen, de manera que el eurodiputado no ha contestado al requerimiento de su partido de que rinda cuentas y ceda parte de su sueldo. De hecho, el miércoles Hammerstein afirmó a EL PAÍS que no sabía nada de todo eso y aseguró que había hablado con varios miembros del secretariado del partido y ninguno le había comentado la cuestión.

Tras aparecer publicada la disputa entre Els Verds y Hammerstein, ayer un portavoz de la confederación de Los Verdes remitió un escrito en el que señala que Hammerstein es un "cargo público estatal" y que como tal, según los estatutos de la organización, es en los órganos confederales donde el eurodiputado debe dar cuenta de su gestión. Y asegura que Hammerstein está "al día en su cuota especial como cargo público", por lo que no ha habido "incumplimiento por parte del eurodiputado de su obligación de satisfacer una cuota especial para mantener a la organización".

Desde Els Verds del País Valencià matizaron ayer que eso es parcialmente cierto, porque el eurodiputado debe ceder a la organización confederal un porcentaje de la subvención que percibe, a la vez que está obligado estatutariamente a ceder al partido al que está afiliado una parte de su sueldo personal, en su caso en torno al 15%. El sueldo personal de Hammerstein es de 104.052 euros anuales, a los que se añaden otras cantidades en concepto de subvención, gastos generales, dietas y contraprestaciones directas para asistentes, hasta sumar casi 300.000 euros al año.

La polémica en torno al asunto es una manifestación más de las diferencias que mantienen las diversas organizaciones verdes españolas en torno al modelo de organización. La mayoría es favorable a mantener la estructura confederal, con partidos soberanos en sus respectivos territorios que se reúnen en la confederación de Los Verdes. Pero todavía persiste un sector que prefiere un partido verde estatal, a pesar de que esta opción fue derrotada el año pasado, cuando se planteó por última vez la cuestión. Sin embargo, fuentes de Els Verds señalan que en la organización confederal "hay gente que, aunque perdió el congreso, actúa de facto desde una visión de partido único".

Hoy Els Verds del País Valencià tienen una asamblea, en la que la dirección tratará de "aplacar" a las bases, que piden la cabeza de Hammerstein, para darle tiempo al eurodiputado para que "reflexione".