Babcock garantiza el empleo tres meses si se desconvoca la huelga

Babcock Borsig anunció ayer su decisión de reabrir las instalaciones de Sestao después de que el pasado viernes decretase el cierre patronal, rechazado por el Gobierno vasco. La empresa también se compromete, si los sindicatos desconvocan la huelga indefinida que iniciaron el pasado 28 de abril, a mantener la plantilla durante tres meses sin extinguir ningún contrato "siempre que se mantenga la normalidad de la producción". Igualmente, acepta readmitir al director financiero, cuyo despido fue el desencadenante del conflicto.

La empresa remitió ayer mismo sus propuestas al comité de empresa a través del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), que está actuando como mediador. El comité, en el que tiene mayoría la UGT, no se dio por enterado de la iniciativa y ha decidido mantener el paro.

Babcock aseguró en un comunicado que la readmisión del director financiero no debe impedir "el derecho de la empresa y el trabajador a alcanzar los acuerdos individuales que consideren" oportunos. La compañía precisó que necesita tres meses de normalidad para poner de nuevo en marcha el plan industrial y evaluar la situación e insistió en la necesidad de hablar con los sindicatos.

El comité considera como no recibida la oferta con el argumento de que en el CRL se les entregó ayer un papel sin membrete que no pueden considerar oficial. De esta forma mantendrán sus movilizaciones y hoy tienen previsto concentrarse en Barakaldo junto con los alcaldes de la Margen Izquierda. El comité considera que la empresa les está "ninguneando" y que se enteran de sus propuestas por la prensa. Sin embargo, responsables del comité de empresa tuvieron conocimiento del texto de Babcock antes de que llegase al CRL, según ha constatado este periódico.

Unos 300 trabajadores de la firma de bienes de equipo se concentraron ayer ante las sedes del PSE y del Gobierno vasco en Bilbao y volvieron a exigir la salida de la propiedad de Babcock de Austrian Energy, una reivindicación inasumible, ya que la UE no admite el regreso a la firma del capital público. Ante la sede del Ejecutivo, el presidente del comité, Alfredo Laureiro, aseguró que o la portavoz del Gobierno en funciones, Miren Azkarate, "no tiene ni idea del problema" de la planta de Sestao o el Ejecutivo "está adoptando una posición en contra de los trabajadores", informa Europa Press.

Laureiro recomendó a Azkarate que "estudie" la situación de la firma, después de que el Gobierno afirmase el martes que cree que ATB ha cumplido sus compromisos con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

El representante de la plantilla lanzó un mensaje al lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, para advertirle de que "no puede hacer oídos sordos" a sus demandas. El presidente del comité de empresa consideró necesario que los ejecutivos central y vasco se "coordinen" para encontrar una salida a la crisis actual, que mantiene a la plantilla en huelga en protesta por el despido del responsable de finanzas y por su rechazo a la gestión de ATB al frente de la empresa.

Laureiro pidió también a los socialistas vascos que tengan "decisión política" y les reclamó, al igual que a los dos gobiernos a que "urjan a la SEPI a que rompa su compromiso con los austriacos", puesto que sindicatos y trabajadores consideran que la salida de los actuales propietarios de Babcock resulta un requisito imprescindible para garantizar el futuro de la factoría.