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El Premio Manuel de Falla reconoce la trayectoria de la bailarina Blanca Li

Rosa Torres destaca que el galardón recaiga en una figura de la danza

La bailarina y coreógrafa granadina Blanca Li recogió ayer en Cádiz el Premio Manuel de Falla de manos de la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres. Dicho galardón se otorga cada dos años a personalidades destacadas en el ámbito de las artes escénicas o musicales. En esta ocasión recayó sobre una de las creadoras más inquietas y polifacéticas que ha dado Andalucía en las últimas décadas, y que, sin embargo, ha desarrollado la mayor parte de su labor fuera de su comunidad de origen.

Puesto que en ediciones anteriores los premios Manuel de Falla habían correspondido al músico Leo Brouwer, a la Orquesta Ciudad de Granada y al dramaturgo José Martín Recuerda, Rosa Torres afirmó en el acto de entrega que "ya le tocaba a la danza". "Hemos acertado plenamente, porque pocos artistas han tenido la capacidad para investigar en este ámbito, la versatilidad para articular un lenguaje propio y profundizar en los límites de la expresividad del cuerpo humano como Blanca Li", afirmó la consejera.

La trayectoria profesional de Blanca Li es tan dilatada como singular. Tras formar parte del equipo español de gimnasia a muy temprana edad y crear el grupo punk Las Xoxonees, marchó con 17 años a Nueva York para estudiar con Martha Graham, Alvin Ailey y Paul Sanasardo. De vuelta a España, fundó su primera compañía, que se presentó en la Expo 92 de Sevilla. A este estreno siguieron espectáculos tan celebrados como Nana et Lila (1993), Salomé (1995), Macadam, Macadam (1999) o Zap! Zap! Zap! (2001), en los cuales Blanca Li ha demostrado su maestría para fundir flamenco, hip hop, ballet clásico o danza barroca. Actualmente es directora de un centro coreográfico en París que lleva su nombre y dirige cine con frecuencia.

Visiblemente emocionada, Blanca Li quiso dedicar el galardón a sus padres, presentes en el acto, por todo el apoyo recibido, y agradeció al jurado el reconocimiento. "Tengo una vida un poco enloquecida, siempre corriendo, y es importante tener el sentimiento de venir de algún sitio. Mi sentimiento de andaluza se refuerza con los años, vengo cada vez más", aseguró.

También manifestó su deseo de ofrecer pronto alguna de sus últimas producciones en su Andalucía natal. "Me alegra que mi trabajo se reconozca en mi país y en mi tierra, después de tantos años en el extranjero. Me encantaría poder enseñar en mi tierra lo que llevo tantos años enseñando a otros públicos", apostilló.

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