Prisas sospechosas por aprobar el PGOU
Asistimos con perplejidad y enorme preocupación al proyecto urbanístico para Almuñecar que está planteando el PA y que tiene bastantes puntos en común con los desastres urbanísticos de la Costa del Sol.
El nuevo PGOU que promueve este partido supone acabar con una de las fuentes de riqueza agrícola más importantes de la provincia y de España: el cultivo tropical de aguacates y chirimoyos, y su sustitución por la fiebre constructora que invade Andalucía. Ello supondrá ni más ni menos el empobrecimiento de los pequeños y medianos propietarios.
Por otra parte, la construcción de viviendas en los últimos años ha supuesto una subida bestial de éstas en contra de lo que en un principio se podía suponer. Los precios se acrecentarán más aún y no serán las clases bajas las que podrán acceder con desahogo a la vivienda.
Mayor preocupación sentimos cuando los constructores apremian a los políticos para que aprueben ese PGOU y el PP, partido en la oposición hasta ahora, en una nota de prensa respalda a los promotores y dice estar en disposición de negociar y llegar a acuerdos con el partido gobernante. Mucha prisa manifiestan constructores, PA y PP. Demasiada. ¿Acaso tendrá que ver esa prisa con el anuncio de la Junta de tomar medidas para frenar la especulación cambiando la Ley de Ordenación Urbanística?
No son millones, sino billones de las antiguas pesetas lo que está en juego en la costa de Granada.
¿Va a permitir la Junta que se convierta esta zona en nido de mafiosos y especuladores? ¿Se van a abandonar cultivos y trabajos que tanta riqueza han generado en este territorio? ¿Los únicos sectores de los que va a depender la costa van a ser la construcción y el turismo estacional? ¿No es más razonable y seguro mantener una diversificación en los sectores de producción económica de la zona como hasta ahora? ¿Les vamos a vender las tierras a los constructores e inmobiliarias para que hagan el negocio del siglo multiplicando el valor del suelo al convertirlas en viviendas para europeos jubilados y veraneantes?. ¿Se va a tener que dedicar la mayoría de la ciudadanía de la costa a trabajar de camareras y botones en establecimientos turísticos a partir de ahora.
