Los grandes bancos hacen escuela
BBVA y SCH invierten más de 100 millones de euros en reforzar y actualizar sus planes de formación
BBVA y Grupo Santander se gastarán este año 103,4 millones de euros en formar a sus empleados. A pesar de sus diferencias, las dos primeras entidades financieras de España se enfrentan a retos similares a la hora de reciclar a sus profesionales. El más importante, adaptar sus planes de formación a una plantilla cada vez más internacional. Ambos han escogido para ello reforzar sus universidades corporativas, grandes centros de formación que permiten ahorrar costes y desarrollar una formación a medida y homogénea. Están, sin embargo, en fases distintas. El BBVA lleva tres años construyendo su nueva escuela, mientras que el Santander acaba de poner los primeros pilares.
El Grupo Santander acrecienta el 56,5% su inversión anual en este capítulo y alcanza los 69 millones de euros
Emilio Botín acaba de cortar la cinta del nuevo centro de formación corporativa del Grupo Santander en Boadilla del Monte (Madrid). Dos modernos edificios con una veintena de aulas, un gran auditorio con capacidad para 1.100 personas, biblioteca, y todas las facilidades técnicas y un hotel con 168 habitaciones, todo ello al borde de un campo de golf en perfecto estado.
El nuevo centro del Santander es sólo el último ejemplo, y el más vistoso, de los esfuerzos que las dos grandes entidades bancarias han hecho en materia de formación en los últimos años. Cada una a su manera.
Durante este año el Grupo Santander ha presupuestado 69 millones de euros para formar a su plantilla, lo que supone un salto del 56,5% con respecto al año anterior. La explicación del incremento, que no tiene nada que ver con la construcción del edificio, es doble: aumenta el número de horas por empleados y el número de trabajadores que se benefician de este reciclaje. Si el año pasado siguieron algún curso 87.097 empleados y directivos, en 2005 la previsión es que lo hagan 109.440 (85,5% de la plantilla). Entre ellos están unos 25.000 trabajadores del británico Abbey National, a los que se destinará el 32% del presupuesto.
Toda la plantilla
El BBVA, por el contrario, no gastará ni un euro más que el año pasado. Invertirá 34,4 millones de euros y con esa cantidad dará formación a toda la plantilla (86.455 empleados). A pesar de ello, la media de horas de formación por empleado y año se ha incrementado un 8% y es superior en el banco que preside Fernando González que en su más directo competidor: 47,2 frente a 42,3.
El modelo de formación de los dos grandes bancos está en pleno proceso de cambio. Tras las fusiones que en 1999 les dieron lugar, tanto BBVA como Grupo Santander han crecido fuera de España y ahora se enfrentan al reto de integrar plantillas multinacionales sin que se resienta su cultura corporativa.
Una forma de hacerlo es dando homogeneidad a los programas de formación. Tal vez por eso las dos entidades han preferido reforzar sus centros de formación interna en lugar de externalizar estas acciones.
En el BBVA este es el año de consolidación de un modelo que se empezó a gestar en el año 2002, en paralelo a la reorganización absoluta de la entidad y a la ampliación del equipo directivo a 1.741 empleados del grupo. En 2002 crearon cuatro escuelas corporativas, cada uno en un sitio diferente: de gestión, finanzas, tecnologías e idiomas.
Por la de gestión, que tiene su campus en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) ya han pasado 34 promociones de directivos, más de dos tercios del total. Los cursos son el resultado de acuerdos con las escuelas de negocios IESE y la francesa INSEAD, duran un par de semanas e incluyen una cara a cara de los participantes con Francisco González y con el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri. Son pequeños master en dirección de empresas hechos muy a la medida de las necesidades del banco -contenidos, horarios, profesores-y con una concepción global del grupo. Más de la mitad de los participantes son directivos de flilaes americanas. La formación de los directivos se completan con un programa específico de liderazgo, en colaboración con CCL.
Otra ventaja de la creación de grandes centros de formación interna, las llamadas universidades corporativas típicas de las grandes multinacionales anglosajonas, es que las empresas pueden negociar las condiciones porque suelen ser proyectos a medio y largo plazo.
El Grupo Santander va por la misma senda, aunque un poco más retrasado. No está previsto que los primeros directivos se licencien hasta el próximo mes de junio. Su plan de formación tiene tres ejes fundamentales: el centro de desarrollo directivo, por el que está previsto que pasen 1.200 ejecutivos cada año, y cuyos programas serán el resultado de la colaboración con dos escuelas de negocios, una española y otra europea, que los responsables de formación no quieren aún dar a conocer; las escuelas funcionales, que actualizaran conocimientos específicos, como gestión de activos o riesgos, de 28.700 empleados en un año; y el centro de integración, al que en principio sólo asistirán los empleados españoles, todos los nuevos directivos y los profesionales con potencial para hacer carrera.
Internet avanza
Todas las grandes empresas son conscientes de que la formación a través de Internet permite ahorrar costes de desplazamiento e infraestructuras, aunque las plataformas tecnológicas que la hacen posible suelen exigir una fuerte inversión inicial. Si hace unos años muchas de ellas se limitaban a colgar cursos sueltos en su intranet -la red a la que sólo tienen acceso los empleados de la empresa- cada vez más se esfuerzan por integrar este canal en la estrategia de formación.
En ese proceso están las dos grandes entidades bancarias españolas desde hace varios años. El esfuerzo se ha traducido en un incremento considerable de las horas de formación que se hacen a través de Internet, un canal al que dan cada vez más importancia. En el Grupo Santander el número de horas de formación on line este año llegarán el 30% del total, lo que supone 10 puntos porcentuales más que en 2003.
En el BBVA por su parte calculan que ese porcentaje rondará en 2005 el 11%, si bien otro 21% de la formación se hace también a distancia, aunque a través del correo ordinario, más costoso. La idea es que el grueso de esos cursos se traslade a la Red, explica el responsable de formación del banco, José Luis Sánchez Navarrete. El avance de la formación on line tiene un límite. Internet no es el canal ideal para enseñar determinadas habilidades directivas por lo que nunca sustituirá por completo a la enseñanza tradicional.
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