Culto al dividendo y obsesión por el beneficio
Los inversores vuelven a mirar con lupa los resultados empresariales de las sociedades cotizadas en Bolsa
Terra ha sido el penúltimo fiasco de la Bolsa española. Antes, importaba la subida de la cotización y no los fundamentos empresariales; pero el pinchazo de la burbuja recondujo la situación. Hoy, el becerro de oro que adoran las bolsas es el dividendo que pagan las empresas, en lo que es la vuelta a los valores clásicos y por eso se miran con lupa los resultados del primer trimestre.
El Euro Stoxx 50 tiene las mejores expectativas de dividendos, con una rentabilidad media estimada del 4,6% para este año y del 4,8% en 2006
"¿Dónde y en qué invertir? Es la pregunta más repetida en los diferentes comités de inversión. Es la pregunta del millón de dólares a la que todo el mundo se suma desde hace tiempo", dice Miguel Andrade, gestor de patrimonios. "Desde finales de año repetimos en nuestra gestora un monólogo interminable, para desesperación de muchos. Nuestra respuesta es una: la Bolsa y dentro de la Bolsa los valores más rentables y sólidos", añade.
"Sucede", continúa Andrade, "que el mercado es terco y nos niega, por ahora, la mayor. La Bolsa no baja, pero tampoco sube. Consideramos que uno de los factores que más pesan en el comportamiento actual de las bolsas es el ajuste provocado por la subida de los tipos y que cuando éste se asiente las cotizaciones subirán con fuerza, porque las alternativas a la renta variable están muy caras, como sucede con los inmuebles y la renta fija. En términos de valoración, el PER de la Bolsa española se sitúa en 15,38 veces, el nivel más favorable desde 2001".
"No es que estemos entrando en el ciclo de tipos, porque el ritmo de subidas y su intensidad no serán tan fuertes como para llevar a un cambio de tendencia a las bolsas, pero hay dudas sobre otros dos factores de los que no podemos olvidarnos, la evolución de los beneficios y la inflación", dice José Luis Martínez, estratega de Citigroup en España.
Expertos consejos
Mientras las bolsas tratan de desbrozar el camino que las lleve al alza, los expertos aconsejan a sus clientes invertir en compañías con dividendos superiores a la inflación y con una capacidad de crecimiento demostrada para seguir remunerando a los inversores de igual manera durante los próximos años. "Desde el estallido de la burbuja de los valores tecnológicos, aquella época en la que sólo subían las empresas que perdían dinero y bajaban las que ganaban, la gestión bursátil ha dado un giro de 180 grados. Ahora hay un verdadero culto a las empresas que más pagan. Es algo así como el nuevo becerro de oro", asegura Juan Rubio, un asiduo del parqué madrileño.
Según datos de la Bolsa de Madrid, las empresas que cotizan en este mercado abonaron el año pasado 11.485 millones de euros en concepto de dividendo, frente a los 9.411,5 millones satisfechos por el mismo concepto en 2003. En los tres primeros meses de 2005 ya se han pagado 2.819,82 millones de euros en dividendos. Las previsiones de los expertos es que los pagos por esta vía crecerán este año más del 15% respecto al excepcional 2004. "Las empresas del Ibex, en su mayoría, ya han anunciado aumentos en el dividendo. Se trata de una tendencia internacional. Resulta curioso observar cómo hace unos días Telefónica e IBM anunciaron sendos aumentos del dividendo para este año y programas de recompra de acciones, que es otra manera de mejorar la rentabilidad total al accionista", añade Rubio.
El culto al dividendo no es exclusivo de la Bolsa española. Las empresas cotizadas en los principales mercados del mundo se han percatado del caso y aumentan los porcentajes de beneficio a dividendo. En la actualidad, éste oscila entre un 30% y un 40% en función de los países. Las mejores expectativas en lo que respecta a la evolución de los dividendos dentro de los principales índices bursátiles se encuentran en el Eurostoxx 50, con una rentabilidad media estimada del 4,6% para este año y del 4,8% para el próximo.
Cábalas sobre 2005
Esta situación, no obstante, puede empeorar, según algunos analistas. El estratega de Citigroup encuentra cuatro razones para que las empresas no aumenten las cifras destinadas a dividendo en los próximos años: reducción de deuda; búsqueda de inversiones rentables; pesimismo hacia los beneficios y cautela en los dirigentes a la hora de valorar los cambios que serán aplicables en la contabilidad. De estos cuatro factores, él valora como más relevante el segundo. En definitiva, los elevados beneficios, pero con una moderación en su ritmo de avance, serían utilizados para emprender procesos de inversión o simplemente operaciones corporativas. Esto es más evidente en EE UU que en Europa.
Abierta la veda de publicación de resultados empresariales, los especialistas hacen cábalas sobre lo que deparará 2005. Los expertos resaltan que en la evolución de los beneficios empresariales durante el año pasado se vio cómo las sorpresas positivas abundaban, es decir, los resultados eran mejores de lo esperado. Las compañías que superaron o se ajustaron en sus resultados a las previsiones del mercado alcanzaron un porcentaje del 75%. Las mayores sorpresas procedieron de la energía y de las materias primas, con ritmos de crecimiento de los beneficios a finales del año de entre el 90% y 55%, respectivamente. Ello mantuvo vivo el interés por las bolsas.
"Tenemos que acostumbrarnos a un crecimiento de los beneficios empresariales más moderado de lo que hemos visto en los dos últimos años, y esto ha comenzado ya en el primer trimestre. Dentro del S&P, el ratio de advertencias negativas/subida de beneficios llega a 2,1, desde 1,9 de finales de 2004, pero aún por debajo del 2,5 histórico. Las primeras estimaciones sitúan el crecimiento de los beneficios en este periodo en niveles del 10% y 11%, casi nueve puntos por debajo de la mejora de 2004".
"Mi previsión para este año es de un crecimiento de los beneficios del 9% dentro del S&P y niveles del 10% para el Eurostoxx 50. Las expectativas, de cumplirse, estarían por encima de sus respectivos promedios históricos, pero amenazada su continuidad por la recuperación de los salarios, moderación de la productividad marginal y aumento de los costes: crudo y, en Estados Unidos, caída del dólar", dice José Luis Martínez.
"En términos de Ibex, las nuevas normas de contabilidad internacional van a distorsionar mucho las cifras, con lo que las comparaciones no serán válidas en numerosas empresas. Los valores más capitalizados han lanzado un mensaje al mercado muy conciliador. Las mayores empresas consideran que las nuevas normas no influirán en sus previsiones ni alterarán la política de dividendos. Nuestra apuesta es que la media de subida del beneficio de las empresas que componen el Ibex superará este año el 10%, lo que representa un buen soporte para la Bolsa", asegura Morán.
'Eurodogs', lo último en recompensas a los accionistas
Vito J. Racanelli publicó hace poco en Barrons un artículo, Pedigree performance from the eurodogs, donde analiza el trabajo de la compañía FactSet/JFC, que desde hace algunos años calcula anualmente para esta revista una cartera de eurodogs, es decir, de dogs del Euro Stoxx 50, la penúltima moda en lo que respecta al culto al dividendo. Los dogs son las empresas que más pagan a sus accionistas por esta vía, la del dividendo. La combinación ha funcionado a la perfección desde 1993. En ese tiempo, la cartera de eurodogs o europerros lo ha hecho mejor que el índice Dow Jones Stoxx 50 (véase cuadro adjunto). Los eurodogs para 2005, según Barrons son: Société Générale, Diageo, Fortis, ING, ENI, Aviva, Suez, HBOS, Lloyds Tsb Group, ABN Amor, BT, HSBC, DaimlerChrysler, Royal Dutch Petroleum y Barclays.
Con relación a la Bolsa española, el estratega José Luis Cárpatos señala que "cuando la Bolsa baja, estos valores bajan menos, y cuando sube, suben más o al menos se quedan igual. En 2003, los 10 valores más rentables de la Bolsa española subieron de media un 28% y el año pasado un 16%, frente al 13% que subió el Ibex. Es decir, estos valores de dividendo funcionan muy bien a largo plazo y son una clara alternativa para los inversores que siempre quieran estar en el mercado. Se trataría de rotar a final de cada año los pocos cambios que haya, en función de este criterio del mayor dividendo, y mantener cartera. Si esto se combina con cartera de eurodogs con el mismo criterio y con cartera de dogs del Dow podemos cubrir el riesgo de la divisa, creo que seguiremos teniendo una cartera que sufrirá menos o mucho menos cuando las cosas vayan mal y que ganará más cuando las cosas vayan bien". Para 2005, Cárpatos ha seleccionado como dogs a Banco Popular, Banco Sabadell, BBVA, Endesa, FCC, Iberdrola, Metrovacesa, SCH, Telefónica y TPI.
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