400 personas desalojadas por un incendio en el Meliá de Alicante
Algunos huéspedes echaron en falta luces de emergencia durante la evacuación
Un cortocircuito a las cinco y media de la madrugada del jueves en la sala de máquinas del hotel Meliá de Alicante fue el origen de un incendio que obligó a evacuar a los 400 clientes que se alojaban en el establecimiento. El incidente no causó heridos, si bien el hotel quedó sin luz ni agua hasta bien entrada la tarde. La dirección realojó a los clientes de la primera fase del inmueble, la más próxima al foco, en otras habitaciones. El plan de emergencias funcionó "a la perfección", según los bomberos y el hotel, pero algunos clientes se quejaron de que las luces de emergencia no funcionaron.
Los bomberos resaltan que el plan contra incendios funcionó muy bien
El cortocircuito se registró al filo de las cinco y media de la mañana en uno de los cuadros eléctricos de la sala de máquinas, ubicada en el sótano del edificio del Hotel Meliá de Alicante, junto a la Playa de El Postiguet. Según fuentes de la dirección del complejo hotelero y del parque local de bomberos señalaron que el plan de emergencia se activó "inmediatamente y a la perfección" con un tiempo de respuesta de los efectivos de un minuto y medio desde la detección del humo.
Por la situación del foco de las llamas, alejado de la zona de habitaciones, no suponía, en principio, especial riesgo para la integridad física del hospedaje. Sin embargo, la combustión del aceite lubricante de los fusibles y de los conductos eléctricos generó una densa humareda en el sótano. Según algunos clientes, el humo alcanzó a los pasillos de las primeras plantas del edificio más próximo, conocido como la primera fase del Meliá, que alberga 250 habitaciones. Los bomberos explicaron que el empleo de generadores de presión positiva [una especie de ventilador potente para ventilar] pudo contribuir a su propagación.
Por ello, y ante la expansión del gas, de contenido tóxico, por los conductos del aire acondicionado y de la luz, los bomberos ordenaron el realojo de los clientes hospedados en el edificio más cercano a la zona afectada, y les condujeron a la otra área del hotel. Muchos optaron por abandonar el inmueble y se concentraron a la puerta del hotel, ubicado en el número 3 de la Puerta del Mar, por espacio de una hora.
Una de las afectadas, Fátima Varela, miembro de la tripulación de la compañía Spanair, describió que más de un centenar de clientes bajaron al vestíbulo de hotel mientras se desarrollaban las tareas de extinción. En ese punto, personal del establecimiento explicó en varios idiomas a los clientes lo que ocurría. En ese momento, 400 personas se hospedaban en las instalaciones del hotel. Javier Luri, director del Meliá Alicante, remarcó "la gran calma" de los clientes. Bomberos y personal del hotel despertaron, puerta por puerta, a los clientes y les comunicaron lo que ocurría. El incidente dejó sin suministro eléctrico ni agua al establecimiento hasta bien entrada la tarde. Anoche, la primera fase continuaba sin luz y sin agua por lo que los clientes alojados allí fueron realojados en habitaciones de la segunda fase o en diferentes hoteles de la ciudad. El hotel no pudo precisar cuántos clientes se alojarían anoche ya que los datos están informatizados.
"La gente abandonaba las habitaciones con total tranquilidad. Algunos incluso se hicieron las maletas", relató un matrimonio de Madrid, testigo del incidente. Clientes consultados se extrañaron, sin embargo, de que no se activara ningún tipo de alarma contra incendio, ni sonora ni luminosa. Otros tres clientes apuntaron que los pasillos no tenían luces de emergencia. Los bomberos explicaron que el detector de humo es el dispositivo que envía la señal al personal de seguridad del hotel. Éste, a su vez, es el que de inmediato alerta al cuerpo de bomberos. Los sistemas de alarma comunican la información exclusivamente al personal competente para evitar que cundiera el pánico. Mientras los bomberos y técnicos trabajaban en la reparación de los desperfectos, la plantilla del hotel atendía a los clientes ayudados con velas. Las convenciones previstas por la mañana [el hotel Meliá hace las funciones de palacio de congresos ante la ausencia de éste] fueron suspendidas. Pese a todo, el hotel sirvió un banquete para cien personas y un cóctel nocturno para 60 personas.
"Nos dijeron que no hubo llamas, pero no lo creímos"
"El director nos dijo en todo momento que no hubo llamas. Pero nadie se lo creía. Todas las plantas estaban llenas de humo", relató ayer Fátima Varela, una de los 400 huéspedes que se alojaban en el Hotel Melía de Alicante. Fátima dormía en una de las habitaciones de la planta cuarta del inmueble más cercano al foco del fuego y donde, según describió, alcanzó el humo. "Nosotros [ella y sus compañeros de la tripulación de Spanair] fuimos, al parecer, los que vimos un poco de peligro, ya que salimos de nuestras habitaciones en pijama. El resto iba vestido y con sus maletas", bromeó. Fátima narró que el caos llegó una hora después de abandonar su habitación, momento en el que la dirección del hotel permitió el regreso. "Muchas de las tarjetas no funcionaban. En mi caso, me la dejé dentro con la habitación cerrada. Otra gente, en cambio, se las dejaron abiertas ", agregó.
Un matrimonio de Madrid, que disfrutaban de unos días en la ciudad, relató que un bombero les alertó para que salieran de la habitación. La pareja estaba hospedada en la tercera planta del inmueble pero, según su relato, no se percató del humo. "Sí que apreciamos un fuerte olor, pero nada más". Otra turista, que prefirió mantener el anonimato, expresó su "desagrado" por la forma del desalojo. "El pasillo estaba totalmente a oscuras. No había ni una sola de esas luces de emergencia. Un empleado del hotel fue quien con una especie de linterna, o algo así, nos llevó hasta el hueco de la escalera", dijo con tono molesto. "Estaba todo muy oscuro y había un fuerte olor. Pero en ningún momento vi humo", dijo.
Otro de los afectados fue Paco Cosín, que estaba en Alicante por cuestiones profesionales. "Sobre las seis de la mañana, llamó a mi puerta un bombero que me dijo que abandonara mi habitación", relató Cosín, trabajador de la empresa Mitsubishi. "Me asomé al pasillo y vi todo a oscuras, con humo denso y con gente que abandonaba el edificio". Según este testigo, los clientes estaban muy tranquilos. Paco es uno de los clientes que expresaron su perplejidad ante el hecho de que ningún dispositivo de alarma se activó.
Fuentes del parque local de bomberos aseguraron que el hotel reúne las medidas de seguridad preceptivas. Entre los requisitos exigibles, apuntaron: escalera de emergencia, detectores de incendio en cada una de las habitaciones, iluminaciones de emergencia, indicaciones fotoluminiscentes, extintores, bocas de incendios equipadas, columnas secas y un ascensor de emergencias. Los bomberos que participaron en la extinción y la dirección del hotel subrayaron que la actuación fue impecable.
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