Benny Bailey, trompetista de jazz

Benny Bailey, trompetista de jazz, falleció el pasado 14 de abril a los 79 años de edad, en su domicilio de Amsterdam. La noticia, conocida ayer, no especifica las causas del fallecimiento.

Ernest Harold Bailey (Cleveland, Ohio, 1925) fue el modelo de "músico de músicos", tan apreciado entre la profesión como desconocido por buena parte del público. Rozó varias veces la fama sin llegar nunca a ella, y no por falta de méritos. A lo largo de su carrera, Bailey -un alumno aventajado de Dizzy Gillespie y Fats Navarro- tocó en las orquestas de Jay McShann, Dizzy Gillespie y Lionel Hampton; con la Kenny Clarke-Francy Boland Big Band y con Quincy Jones, que le dedicó una de sus composiciones, Meet Benny Bailey, con letra de Jon Hendricks (famosa en la versión de Manhattan Transfer).

Aunque adscrito a las corrientes más convencionales del be-bop, Bailey acompañó a músicos tan dispares como el multiinstrumentista Eric Dolphy o la legendaria pareja de funky-jazz Eddie Harris & Les McCann, con quienes grabó su célebre disco en directo Swiss movement. Siguiendo el ejemplo de muchos de sus colegas, buscó refugio en Europa -Suecia, Alemania, Holanda-, pasando a ser un habitual de los escenarios del jazz a lo largo del Viejo Continente.

Era el perfecto sideman capaz de sentirse a sus anchas cualquiera que fuese el contexto y la compañía, tocando jazz tradicional o be-bop: Bailey siempre tocaba bien, la nota exacta en el momento adecuado. Su tono se mantuvo firme y controlado hasta -casi- el fin de sus días.

Como líder, grabó numerosos discos para Sonet, Metronome, Saba, Freedom, Enja, Ego, Hot House, Gemini, Jazzcraft y Candid (Big brass, considerado un clásico del jazz moderno). Uno de los últimos discos editados a su nombre en España fue The Stachmo legacy, en el que rinde tributo a la música de Louis Armstrong.

En nuestro país pudo vérsele en diferentes ocasiones. Quien suscribe se queda con su aparición en un lejano Festival de Jazz de Palma de Mallorca al frente de un heterogéneo conjunto All Stars, del que formaban parte el saxofonista Benny Carter y el pianista Tete Montoliu, entre otros. Tan seguro y tan expresivo como en él era costumbre, Bailey, quizá el menos conocido de los convocados, se llevó el gato al agua, y al público, de calle.-