Homenaje a Benjamin

"Ex libris. Etiqueta o sello grabado que se estampa en el reverso de la tapa de los libros, en la cual consta el nombre del dueño o el de la biblioteca a que pertenece el libro", señala el diccionario de la Academia. El centenar de ex libris reunidos en una exposición en homenaje al filósofo y escritor Walter Benjamin (Berlín, 1892-Port Bou, 1940) que ayer se inauguró en Bilbao en la sala de exposiciones de la BBK (Gran Vía, 30; hasta el 23 de julio) se escapan de esa definición. Son ex libris "imaginarios", explican los comisarios de la muestra, obras originales realizadas por artistas en reconocimiento de la figura del pensador alemán.

El crítico de arte Alain Moreau y el profesor de Filología catalana Joan Lluis de Yebra comenzaron a encargar los ex libris a distintos artistas plásticos internacionales en 1994. No buscaban una marca de propiedad ni una pieza de colección, sino obras de arte en las que "se acumulan ideas sobre el protagonista del homenaje en un espacio relativamente pequeño". Benjamin, judío y marxista que se suicidó en Port Bou (Girona) cuando huía de la Gestapo, ha sido elegido como "un símbolo emblemático de todos los que recorrieron el camino del exilio, tanto los que huían de la España franquista como de la Francia ocupada y, en consecuencia, de los que actualmente sufren experiencias semejantes en otros lugares", explicaron los comisarios. "La heterodoxia de Benjamin, su eclecticismo y su polivalencia, también justifican que lo podamos considerar como un buen ejemplo del género humano", añadieron.

La muestra cuenta con obras de Tàpies, Chillida, Brossa y Canogar, entre otros

Los organizadores pidieron a los artistas que los "ex libris imaginarios" fuesen de un tamaño fijo (20 por 20 centímetros) y utilizaran los colores negro y rojo para conseguir cierta cohesión visual. La nómina de artistas que han respondido supera ya el centenar. En Bilbao, la exposición muestra un total de 103 obras, entre dibujos, grabados, fotografías, collages, diseños gráficos e incluso una obra en tres dimensiones, la caja con tres figurillas de barro en su interior que presentó el escultor Miquel Navarro.

Los artistas respetaron las dimensiones, pero dejaron su huella personal en formas, figurativas o abstractas, y colores. Entre los ex libris reunidos están los realizados por Eduardo Chillida, Antoni Tàpies, Joan Brossa, Luis Gordillo, Soledad Sevilla y Rafael Canogar. Y muchos procedentes del País Vasco, como los de Nagel, Zumeta, Ricardo Toja, Mari Puri Herrero o Gonzalo Chillida.

"Benjamin [autor del libro La obra de arte en la época de la reprodubilidad técnica (1936)] reclamaba que la obra de arte no fuese única, que la impresión permitiera llevarla a todo el mundo, democratizar el arte", recordó De Yebra. "Los ex libris originales unen la literaratura, y el arte. Mostramos la obra original, lo que Benjamin consideraba el aura, la esencia del arte". La colección sigue creciendo. La última pieza que se ha incorporado es la creado por la artista Eva-María Schön, inspirada en un dibujo del propio Benjamin hallado recientemente.