Más cerca de la traca final
El Barça derrota al Albacete y, a falta de cuatro jornadas, le bastarían dos victorias para lograr el título
El Barça tiene la Liga a tiro. La próxima jornada, el primer match-point: una derrota del Madrid -juega el sábado en Chamartín ante el Racing- y una victoria del Barça -se mide el domingo al Valencia en Mestalla- darían el título a los azulgrana. Con su victoria de ayer ante el Albacete (2-0), aun en el caso de que el Madrid sume todos los puntos que faltan, al Barça le bastaría ganar dos de los cuatro partidos que restan. Ante el Albacete se llevó un pequeño susto: el colista resistió más de una hora. Eto'o, con un disparo desde fuera del área, y el joven Messi sellaron la victoria. Si el tanto del camerunés sirvió para abrir la lata, el de Messi retrató aquella trenza inolvidable que protagonizaron hace unos años Laudrup y Romario en El Sadar. Esta vez, Ronaldinho emuló al danés con un pase, con la pelota imantada al empeine, a la espalda de los centrales del equipo manchego, que Messi resolvió como el pitufo brasileño, con un delicado toque por encima de Valbuena. Un tanto, el de Messi, que los jugadores y el público festejaron como si fuera el desenlace del campeonato.
Sólo un desplome absoluto puede apartar al Barça de su primer título del siglo, aunque el Madrid se ha puesto terco. En contra de lo sucedido el pasado curso, el equipo ha decidido tensar la cuerda hasta el final. El Madrid no juega bien, pero Casillas y Ronaldo le han devuelto a la pomada. Entre el portero y el depredador, en Anoeta emergió Guti, un estupendo futbolista condenado a ejercer de bombero desde su irrupción en el primer equipo. Su suerte no cambia, pero sus magníficas prestaciones tampoco. En San Sebastián, en la media hora final, encendió la luz de un equipo que hasta entonces había hecho una birria de partido. Ronaldo encontró en Guti el cartero que necesitaba y el Madrid despachó a la Real.
Al margen del duelo entre los dos gigantes del fútbol español, la jornada dejó un apunte feliz: reapareció Arango -el jugador del Mallorca al que Javi Navarro partió la cara de un codazo- y en seis minutos marcó un gol. Y no un tanto cualquiera: con su victoria ante el Espanyol, el Mallorca se ha situado a cuatro puntos del Levante, que patinó con el Málaga y despidió a su técnico, Bernd Schuster.
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