El tribunal del PNV inhabilita por un año a la antigua cúpula del partido en Guipúzcoa

El ex presidente del PNV en Guipúzcoa Juan María Juaristi y dos miembros de la anterior ejecutiva provincial (Pello Etxeberria y Fernando Uriondo), que han sido inhabilitados para el desempeño de sus cargos "internos y externos" durante un año por el tribunal territorial del partido, van a recurrir el fallo, dictado el 25 de abril, ante el tribunal nacional de la formación. Con todo, ayer anunciaron que, "independientemente del resultado del procedimiento interno", acudirán también a los tribunales de justicia ordinarios para poder defenderse.

Los tres sancionados consideran que los integrantes del tribunal interno, Belén Otaegi, Eliseo García y Joanes Labaien, pueden haber incurrido en un delito de prevaricación (dictar una resolución injusta a sabiendas), y piensan que los tribunales ordinarios resultan los más apropiados para decidirlo.

Según el fallo del tribunal interno peneuvista, los tres dirigentes ahora inhabilitados autorizaron cinco nuevas afiliaciones al partido en la localidad de Mendaro poco antes del 18 de diciembre de 2003, fecha en la que se procedió a votar la designación de los delegados para elegir al sucesor de Xabier Arzalluz como presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB) en los disputados comicios internos del año pasado.

En Mendaro, los partidarios de la candidatura de Josu Jon Imaz, apoyados por los entonces dirigentes del Gipuzku Buru Batzar (GBB) -la ejecutiva guipuzcoana- ahora sancionados, se impusieron por apenas un voto al sector de Joseba Egibar, quien, sin embargo, ganó holgadamente en el conjunto de Guipúzcoa. El tribunal peneuvista ha inhabilitado para el desempeño de cargos "internos y externos" a los tres ex dirigentes, a los que impone además la sanción accesoria de pérdida de antigüedad en su condición de afiliados.

Los inhabilitados anunciaron ayer su intención de recurrir el fallo ante el tribunal nacional del partido. Critican, de igual modo, que la sentencia no ha tenido en cuenta ninguna de las alegaciones que presentaron y que, al haber tardado varios meses en hacerse pública -aseguran que ha superado todos los plazos establecidos- ha propiciado el desarrollo de una campaña interna de descalificaciones y calumnias contra ellos que les han causado "daños irreparables en su honorabilidad", por lo que tratarán de neutralizar sus efectos en los tribunales ordinarios.

Los sancionados calificaron el fallo como una "venganza", propia de la "política de persecución" que, en su opinión, ha impuesto en Guipúzcoa el actual presidente del GBB, Joseba Egibar, tras no haber logrado la presidencia del partido en su pugna con Imaz.