Un procesado por el 11-S asegura que filmó las torres por interés turístico
Abu Musab declara en el juicio que visitó EE UU porque era su viaje soñado
Gasoub al Abrash Ghalyoun, AbuMusab, uno de los acusados de formar parte de la célula española de Al Qaeda y de haber proporcionado a un comando de esa red islamista diversas filmaciones de las Torres Gemelas y otros edificios emblemáticos de Estados Unidos que iban a ser objetivos terrorista, aseguró ayer en el juicio que se celebra en la Casa de Campo de Madrid que los vídeos filmados cuatro años antes de los atentados eran exclusivamente turísticos.
Gasoub al Abrash Ghalyoun, AbuMusab, uno de los acusados de formar parte de la célula española de Al Qaeda y de haber proporcionado a un comando de esa red islamista diversas filmaciones de las Torres Gemelas y otros edificios emblemáticos de Estados Unidos que iban a ser objetivos terrorista, aseguró ayer en el juicio que se celebra en la Casa de Campo de Madrid que los vídeos filmados cuatro años antes de los atentados eran exclusivamente turísticos.
El procesado, para el que el fiscal solicita penas que suman 62.509 años de prisión por su colaboración en los atentados del 11-S, relató que se trataba de su viaje "soñado" a Estados Unidos, país del que se declaró "enamorado".
El fiscal sostiene que el día 9 de agosto de 1997, Ghasoub al Abrash visitó varias ciudades de Estados Unidos, entre ellas Nueva York, donde filmó lugares emblemáticos, como el pasillo del aeropuerto John Kennedy, las Torres Gemelas, Manhattan, Wall Street, la estatua de la Libertad y el edificio Empire State.
Según informes de la Unidad Central de Información Exterior, Ghasoub al Abrash entregó una copia de las cintas de vídeo que había filmado de las Torres Gemelas, y de otros posibles objetivos terroristas, al procesado Mohamad Khair al Saqqa, quien a su vez se las dio al presunto correo de Al Qaeda, Mohamed Bahaiah, en Granada, durante el viaje que hizo a España en enero de 1998. Esos vídeos grabados cuatro años antes de los atentados habrían sido utilizados por los miembros del comando suicida que atentó contra las Torres Gemelas y el Pentágono, según la fiscalía.
La versión proporcionada ayer por el procesado fue radicalmente diferente. Gasoub al Abrash, sirio, de 39 años, relató, vestido con un elegante traje beige, que su estancia en Estados Unidos fue la materialización de unas vacaciones soñadas. "Era una de las personas enamoradas de Estados Unidos. Soñaba con viajar a Estados Unidos y ver las torres. Cuando de niño, en Siria, nos decían que las nubes entraban por las ventanas, no podía imaginarlo", relató.
Explicó que aprovechó que su mujer se había ido a Siria con los hijos y que no estaba realizando ninguna obra -se dedica a la construcción- para aceptar la invitación de un amigo que vive en Chicago.
La fiscalía considera que sus grabaciones no son las de un turista, sino las de un terrorista, y que se detiene largo rato innecesariamente en los pilares de edificios emblemáticos de Estados Unidos. Gasoub adujo que la cámara de vídeo era nueva y atribuyó la filmación de los pasillos y pistas del aeropuerto John Kennedy a que tuvo que esperar siete horas en la terminal por el transbordo a Chicago. "Nunca había visto tantos aviones aparcados en una pista. Parecía un parking de aviones", declaró.
Su viaje duró 21 días, en los que visitó Nueva York, Chicago, San Francisco, San Diego, Las Vegas y Los Ángeles.
En las 12 horas de vídeo, Gasoub al Abrash filmó Disneylandia, los casinos iluminados de Las Vegas, el puente Golden Gate e incluso un plano de las letras Hollywood, "que todos hemos visto en las películas. Era maravilloso. No me estaba creyendo que estaba filmando eso. Se lo juro. Es la palabra que aparece en todas las películas del mundo. ¿Quién va y no lo filma?".
El fiscal insistió en que el acusado se había recreado en los edificios emblemáticos y que esa copia la había hecho llegar a Al Qaeda. "No son edificios emblemáticos. Son todos turísticos", respondió Gasoub. "Pero sí, desgraciadamente en uno de los sitios turísticos hubo la desgracia que hubo... ¿Quién iba a pensar eso?", concluyó.
En la sesión de la tarde se proyectó un extracto de las cintas grabadas por el acusado. La filmación, que es la base de la acusación contra él, aparentemente es lo más parecido al vídeo que filmaría un turista que por primera vez visita Nueva York. Aparece él mismo en el interior de las Torres Gemelas, en la Estatua de la Libertad, en el barco que recorre el río Hudson y en otros lugares de Manhattan. También se ve en la grabación a un amigo suyo y a los hijos de éste, que le acompañan en la visita a los lugares más turísticos de Nueva York.
Al término de la declaración, su abogado, Jesús Santaella, pidió la puesta en libertad de Gasoub al Abrash. El tribunal tomará la decisión la próxima semana.
Rectificación de lo que dijo a Garzón
Gasoub al Abrash rectificó en su declaración de ayer varias de las afirmaciones que había realizado ante el juez Garzón en 2002, cuando fue detenido. A preguntas del fiscal, Pedro Rubira, ratificó testimonios anteriores pero matizó las respuestas que había dado ante el juez restándoles contenido acusatorio. Gasoub al Abrash había acusado a Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, de ser un radical islamista, que siempre estaba hablando de la yihad y que capitaneaba un grupo que recaudaba dinero para enviarlo a Bosnia, Chechenia y Afganistán y reclutaba combatientes para esos países.
Ayer puntualizó que Barakat nunca le había pedido dinero directamente y que negó haber dicho que éste era un radical. Sí lo era, precisó, Mustafá Setmarian, procesado en rebeldía y presunto alto responsable de Al Qaeda. Reconoció que Barakat siempre estaba hablando de los conflictos en la mezquita, y que se decía que los jóvenes que querían hacer la yihad tenían que hablar con él.
Jamal Zougam, uno de los presuntos autores del 11-M, comparecerá como testigo en el juicio el próximo día 1.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.