"Éste es el primer paso y vendrán más"

Tuvo la sensación de que había sido un gran día para él y para su equipo, Ferrari. Pero Michael Schumacher se quedó con una incógnita que le sigue flotando en su cabeza: "¿Qué habría podido ocurrir si no hubiera fallado en la segunda cronometrada?".

El peso que arrastraba de gasolina acabó por bloquearle una rueda en una frenada y se salió de la pista. El alemán se va de Imola con la sensación de que vuelve a estar ahí, de que puede volver a luchar por el título o, al menos, por ganar carreras. "Estoy contento en este sentido por lo que ha ocurrido. Nos vamos con un segundo puesto, tras haber corrido a un ritmo endiablado y haber luchado por la victoria, gracias al tremendo esfuerzo realizado por todo el equipo y los pilotos de pruebas, Badoer y Gené", aseguró Schumacher; "y con la certeza de que esto es sólo el primer paso. Vendrán más".

Parece una amenaza. Tiene en el punto de mira a Fernando Alonso, que no sólo perturba su paz en los circuitos, sino también en el seno interno del equipo Ferrari cuando se especula sobre su posible fichaje por la marca italiana. Y él no se rinde. "Creo que es un acercamiento muy negativo a la situación ver las cosas de esta forma", responde un poco airado cuando alguien le pregunta si comparte la idea expuesta por Alonso de que todo estaba bajo control cuando le estuvo presionando en las últimas 12 vueltas. "Yo era más rápido y los dos lo sabíamos, era obvio", agrega; "intenté adelantarle de todas maneras, pero en la fórmula 1 hay ciertas normas que no puedes saltarte. Y otras que pueden llevarte a hacerte un harakiri o a cometer un error. Nada de eso ocurrió. Fernando defendió muy bien sus posibilidades, realizó una gran carrera, cerró todas las esquinas, no cometió errores y por eso ganó y yo acabé el segundo".

En su análisis, el alemán no olvida que la situación se le complica en cada carrera que pasa en la clasificación del Mundial. "Hay muchos puntos de distancia", reconoce Schumacher, "pero es obvio que hemos resuelto nuestros problemas y que volvemos a estar metidos en la batalla. De otra forma, no habríamos podido hacer lo que hemos hecho en Imola". Pero, paralelamente, se niega a aceptar que la derrota sufrida ante Alonso suponga el inicio de una nueva era.

"Al final del día las cosas han ido así", concluyó el heptacampeón mundial, de 36 años; "la única diferencia es que Fernando tiene ahora un coche que le permite ser competitivo y del que no disponía en el pasado. Los tres pilotos que estamos aquí sentados

[Alonso, Button y él en la conferencia de prensa oficial] somos todos buenos. Y hay otros que también lo son, como Raikkonen. Si cualquiera de ellos tuviera el coche adecuado, no dudo de que podría luchar por las victorias contra los demás".