La niña herida en San Lorenzo intentó evitar la muerte de su tía
La niña de 14 años que el pasado viernes recibió un tiro en el brazo, disparado por un vecino suyo momentos después de que éste disparara y quemara viva a su tía, en San Lorenzo de El Escorial, se recupera en el hospital Doce de Octubre. Varios testigos explicaron ayer que la niña, de origen mexicano, recibió el disparo mientras intentaba socorrer a su tía, Marlene de Block Goumu, de 60 años.
La mujer murió después de que su vecino, César Fernando Ramos Alonso, sin mediar palabra, le disparase un tiro y luego la quemara viva. "Marlene venía del dentista, aparcó el coche y se encontró con su asesino casi en la puerta de la casa. La sobrina estaba cerca, jugando con una amiga. Cuando oyó el tiro y vio que le estaba pasando a su tía corrió hacia ella, intentó socorrerla. El hombre volvió a disparar y el tiro le alcanzó en esta ocasión a la niña en el brazo", explicaron los vecinos.
La niña fue operada ayer en el hospital Doce de Octubre de la fuerte herida sufrida en el brazo y recibió la visita del Defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades. "Está muy afectada pero con ánimo", afirmó Núñez Morgades. La niña, que es hija de un hermano de la fallecida, vivía con sus tíos (Marlene y su marido, Richard, que es inglés) desde hacía unos años. "Ella es mexicana, se vino para poder estudiar y tener una vida mejor", explicó una vecina.
En el lugar donde Marlene cayó abatida por el disparo de su vecino reposaba ayer un ramo de flores de unas amigas suyas: "Tus amigas de Restauración. Te quieren y te querrán siempre". A Marlene, que ya no trabajaba, le gustaba la artesanía; incluso a veces vendía en casa artículos elaborados por ella misma, según explicó una residente.
En el momento en el que ocurrieron los hechos, el marido de la fallecida, Richard, pidió a la policía si se podía quedar al lado del cadáver, según explicaron varios testigos. Allí estuvo, en silencio, hasta que el juez decretó el levantamiento del cadáver. Richard estuvo ayer en el hospital Doce de Octubre muy pendiente del estado de salud de su sobrina.
Otro vecino señaló que la relación de la mujer con su supuesto homicida, el taxista jubilado César Fernando Ramos, era normal. "Él tenía un perro, y, como no lo podía cuidar, Marlene se ofreció a cuidárselo ella", explicó este vecino.
El jardín del presunto asesino está muy descuidado. Un columpio de color blanco y una fachada deteriorada son visibles entre la maraña de hierbajos y matas salvajes. "Desde que se jubiló pasaba mucho tiempo solo, se le veía haciendo chapuzas en el jardín", explicó un vecino. Éste aseguró que el presunto homicida llamó a sus hermanos momentos antes de cometer el homicidio. "Les dijo que fuesen a verle, que estaba raro", dijo este hombre.
El cadáver de la mujer permanecía ayer en el Instituto Anatómico Forense. Las intenciones de la familia pasan por incinerarla en el tanatorio de El Escorial, señalaron fuentes de la investigación.
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