BLOC DE CAMPAÑA

- Fin de la campaña. Ibarretxe terminó la campaña con un angustioso llamamiento a la movilización nacionalista, que le salvó hace cuatro años al lograr 25.000 votos más que el entonces bloque PP-PSE, cuando votó el 80%. Ha estado tenso en sus últimas entrevistas y ha intentado legitimar su plan rodeándose de sus dos predecesores en Ajuria Enea. Zapatero precisó ayer su tesis del cambio en Euskadi al decir que la campaña lo ha revelado con su ausencia de crispación. Nada que ver con la de hace cuatro años, en la que ETA asesinó al edil de Zaragoza Giménez-Abad, del PP. En esta campaña, López y San Gil han recorrido Euskadi sin incidentes. Pero también dijo que, sea cual sea el resultado, en Euskadi se gobernará de otro modo porque en esta campaña ha quedado claro que el plan Ibarretxe está muerto. Rajoy ha elevado el listón del que ha sido una seña del PP en la campaña: el ataque a los socialistas. Ha dicho que el Gobierno no ha impugnado EHAK porque tiene un pacto oculto con ETA. La paradoja del PP es que ataca al que pide ser su socio.

- El desafío de Fusi. Las adhesiones más novedosas han girado en torno al PSE. Ha colocado en sus listas al ex dirigente del PNV Emilio Guevara. Ha logrado el apoyo de Aldaketa (Cambio), como Imanol Zubero, de Gesto por la Paz, que votó IU-EB hace 4 años, y el ex dirigente del PNV Joseba Arregi. El jueves, en un acto de Aldaketa, el historiador Juan Pablo Fusi (en la foto) suscitó la risa cuando, hablando de PNV-EA, dijo: "No son menos vascos que yo porque sean nacionalistas". El sentido patrimonialista de lo vasco por PNV-EA lo desafió, también, el PSE al celebrar uno de sus últimos actos en la Casa de Juntas de Gernika, un símbolo que han patrimonializado los nacionalistas.

- Misma foto pero movida. Es difícil hacer pronósticos y más aún en Euskadi. Dos claves son hasta dónde apoyará el electorado de Batasuna a EHAK y hasta dónde se moviliza el PNV. Los ambientes del PNV-EA, condicionados por ello, temen que surja la "misma foto, pero movida", en referencia a que el 17-A puede salir la misma mayoría, pero más precaria que hoy (36 sobre 38 escaños de la mayoría absoluta) y más condicionada.