Un toro fiero, bravo y encastado
Salió en tercer lugar un toro poderoso y con genio; un toro con trapío, fiero, poderoso y encastado. Le tocó a Jesuli de Torrecera, un torero joven, de alternativa reciente y escaso bagaje profesional, y no triunfó. Era mucho toro para un torero aún inexperto, pero torero de casta, valiente, animoso y entregado como pocos. No triunfó, pero estuvo hecho un jabato y se jugó el tipo sin cuento para dominar a un animal que requería un mando y una técnica que él aún no posee.
Mereció mejor suerte. Porque está hambriento de triunfos y su actitud fue de entrega total.
Lo recibió con capotazos garbosos con la pierna contraria flexionada, galleó por chicuelinas ajustadas, y lo citó, muleta en mano, desde el centro del anillo con extraordinaria decisión. Acudió el toro como un rayo y surgió una emocionante tanda de redondos largos y vibrantes; repitieron ambos la hazaña y la emoción hizo presa en los tendidos. Pero el toro tenía mucho que torear, fue a menos con un molesto cabeceo, y al toreo por la izquierda le faltó templanza. Quedó la impresión de que Jesuli no acabó de dominar a un toro bravo en el caballo, codicioso en banderillas y con motor y problemas en la muleta. Volvió a intentarlo en el sexto, más noble, consiguió larguísimos naturales, pero mató mal y se ganó una voltereta sin consecuencias.
Torrealta / Finito, El Juli, Jesuli
Toros de Torrealta, desiguales de presentación, muy blandos, sosos y descastados, anovillado el 2º, y bravo y encastado el 3º. Finito de Córdoba: cuatro pinchazos (silencio); dos pinchazos (algunos pitos). El Juli: estocada (silencio); pinchazo y estocada (oreja). Jesuli de Torrecera: pinchazo, estocada atravesada y un descabello (ovación); estocada -aviso-, dos descabellos y el toro se echa (gran ovación). Plaza de la Maestranza, 13 de abril. 13ª corrida de feria. Lleno.
Bien El Juli, que cortó a pulso una oreja ante el toro más tonto del festejo (ya es casualidad que le tocara el lote peor presentado). La faena fue de menos a más: despegada y al hilo del pitón, primero, y de más entrega, después, con un natural bellísimo, un bonito trincherazo, y un circular ligado con el de pecho. Nada pudo hacer ante su descastado primero.
Una vez más, Finito estuvo, pero se le vio poco. No tuvo lote propicio, pero lo peor fue su tristeza, su monotonía, su desconfianza y su cara de disgusto.
Sin duda, merece mejor suerte Jesuli de Torrecera.
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