Máxima alerta policial en Turín

"Tras veinte años de espera, es la hora de la venganza". "Hagamos con ellos lo mismo que hicieron con nosotros". "Turín, 13-4-2005: abierta la caza del inglés". "Es la hora de la venganza, prepárate"... Mensajes como éstos, difundidos por Internet desde hace días, han puesto en situación de máxima alerta a las autoridades turinesas, temerosas de lo que pueda suceder con la llegada de unos 2.500 seguidores del Liverpool para el partido de hoy con el Juventus. Veinte años después del horror de Heysel -en la final de la Copa de Europa de 1985, entre ambos equipos y en Bruselas, los hooligans cargaron contra la hinchada juventina provocando la muerte a 39 italianos-, una tropa de seguidores de los reds pisarán por primera vez la ciudad más sacudida por aquella tragedia. La legión de ingleses será menor de la prevista. Inicialmente, se pensaba que aterrizarían en Turín unos 5.000 aficionados, pero las amenazas han rebajado la cifra de viajeros. En el encuentro de ida, un grupo de seguidores de la Juve hizo gestos despectivos a la hinchada local durante el acto conmemorativo que se celebró antes del encuentro y en el que participaron los dos capitanes de Heysel, Phil Neal y Michel Platini, así como Ian Rush, histórico jugador del Liverpool que pasó un curso en el Juventus.

A la vista de la tensa espera del duelo, el Ayuntamiento de Turín y 13 municipios colindantes han prohibido la venta de alcohol durante 72 horas. Se han cerrado zonas del centro, a las que tendrán prohibido el acceso los seguidores ingleses, a los que se les ha sugerido de forma machacona que eviten cualquier tipo de cántico o exposición de símbolos del Liverpool, ya sean camisetas o banderas. En la ciudad se han desplegado unos 900 agentes de policía, 600 de los cuales asistirán al partido. "Tememos un clima muy agresivo y, sobre todo, pensamos que puede haber disturbios en la ciudad, donde es mucho más complicado controlar a los grupos radicales", afirmó días atrás un alto cargo de la Digos, la policía secreta italiana.

Ayer mismo, antes del desplazamiento masivo de seguidores ingleses, Rick Parry, director ejecutivo del Liverpool, apuntó: "Hemos pedido a todos nuestros aficionados que se comporten con el mismo respeto que mostraron en Anfield en el encuentro de ida. Les hemos hecho ver que cada hincha del Liverpool es un embajador de nuestro club". Parry también aludió al hecho de que no deben cantar ni exhibir distintivos del equipo: "Debemos comprender los sentimientos de nuestros anfitriones". "Nosotros", agregó, "debemos tender nuestra mano amiga y espero que los turineses demuestren que el mensaje de amistad que mostraron en Anfield era genuino". El propio club inglés pidió a sus fieles que vayan siempre en grupo por las calles de Turín y que eviten cualquier zona conflictiva.

Desde el Juventus también se han hecho llamamientos a la calma. Otello Lorentini, el presidente de la Asociación de Víctimas de Heysel, dijo: "El mejor tributo que podemos hacer a los fallecidos es la amistad entre las dos aficiones". Para Lorentini, la cita entre ambos clubes, veinte años después de la tragedia, también "ha puesto de manifiesto que el mundo no ha olvidado".