El Madrid asusta al líder

Con la pegada de un noqueador con pies de plomo, el Madrid goleó a un Barça que se mostró tan tierno como hace apenas un mes frente al Chelsea en Londres, donde fue castigado con el mismo resultado que ayer en Chamartín (4-2). Al igual que en Stamford Bridge, el Barça sufrió una pájara inicial que le martirizó el resto del partido. Como si Luxemburgo hubiera escrutado milimétricamente aquella cita londinense, el Madrid trató al Barça de la misma forma: con un juego directo, sin rodeos y siempre en busca de la mandíbula azulgrana. El equipo local arrancó con un fútbol hipertenso que el Barça no supo contener, sobre todo por la ternura de una defensa que padeció un calvario en cada pelotazo al balcón de Valdés.

Empinado por un 2-0 (Zidane y Ronaldo, de dos cabezazos), el Madrid le dejó la pelota al Barça a la espera de otra puñalada a la contra. Un error local porque a este Barça sólo le late el pulso cuando la atrapa. Anudado el balón, el equipo catalán encerró al Madrid, al que se le agrietaron las líneas, con Helguera a un Tour de Ronaldo. Con los azulgrana a lo suyo -los extremos abiertos, los laterales al asalto y Xavi al timón-, el equipo de Luxemburgo se vio al borde del abismo. Tal que ante el Chelsea: marcó Eto'o y el Barça estuvo a un palmo del empate, sólo frustrado por un desajuste en el punto de mira de Giuly y un impecable Casillas.

Con el partido en un puño, con los dos equipos sin darse tregua, emergió Raúl, que se pareció más que nunca al Raúl de toda una década. A un suspiro del descanso, el capitán hizo bingo ante Valdés y abrió un trecho sideral para el Barça, que a punto estuvo de perder incluso el goal average (3-0, en el Camp Nou). No lo perdió por una genialidad de Ronaldinho, que no apareció por el Bernabéu hasta que a Eto'o se le quebró un menisco. La peor noticia posible para un Barça que, a falta de siete jornadas, tiene cerca del cogote al Madrid, alejado por seis puntos. Un Madrid que ha recuperado la pegada, al menos por lo visto ayer.

Por contra, sin Eto'o, el Barça se queda sin fuego en su delantera y su defensa es de plastilina: cuatro le metió el Chelsea, tres el Betis, cuatro el Madrid... Quedan fuertes emociones.