El gran día de Carlos y Camila
Una boda discreta en Windsor culmina una historia de amor de 35 años
El príncipe Carlos, heredero de la corona británica, se casó ayer con Camila Parker Bowles, culminando así una relación de 35 años. La boda sólo congregó a 15.000 personas en las calles de Windsor, frente al más de medio millón que en 1981 acompañaron al altar a Carlos y Diana Spencer.
Tras la breve ceremonia civil, a la que no asistió la reina Isabel, el arzobispo de Canterbury dio su aprobación al enlace con un acto religioso. Después, los recién casados hicieron penitencia por sus "múltiples pecados", como han de hacer los divorciados al contraer segundas nupcias.
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