Un incendio en la Serra d'Irta obliga al desalojo de un millar de personas

Un incendio forestal declarado a las 11.40 de la mañana de ayer en Alcossebre, y que avanzaba al cierre de esta edición sin control avivado por el fuerte viento, obligó ayer a desalojar a un millar de personas de un total de siete urbanizaciones ubicadas en la Serra d'Irta. El fuego, que lleva calcinadas más de 300 hectáreas del parque natural, se inició por una quema de rastrojos.

El incendio comenzó en un barranco cercano a la ermita de Santa Lucía de Alcossebre, una pedanía de Alcalà de Xivert. La alcaldesa de esta población, Isabel Soriano, confirmó que un hombre se puso a disposición de la Guardia Civil horas más tarde al considerar que podía haber originado el fuego. Más tarde la subdelegación del Gobierno explicó que el hombre, vecino de una de las urbanizaciones afectadas, confesó que había arrojado los rescoldos de un brasero en un solar. La declaración de preemergencia por vientos prohíbe estas prácticas.

El fuerte viento, con rachas que llegaron a sobrepasar los 80 kilómetros por hora, provocó la rápida propagación del fuego por una ladera poblada de pinar, matorral y monte bajo, que ya sufrió un incendio hace aproximadamente 20 años, y las llamas llegaron a las inmediaciones de varias urbanizaciones, por lo que las autoridades procedieron a su desalojo como medida de precaución. La megafonía de un vehículo de la Policía Local de Alcalà de Xivert alertaba del peligro del fuego a los vecinos, que se afanaban por rescatar alguna de sus pertenencias mientras preguntaban, sin hallar respuesta, hacia dónde podían marcharse. La mayoría, alrededor de un millar de personas, optaron por bajar hacia el mar avanzada ya la tarde, mientras otros utilizaban las mangueras de sus jardines y chalés para refrescar los alrededores de las viviendas y ayudar a los bomberos a extinguir el fuego. Finalmente, según el concejal del Ayuntamiento de Alcalà, Francisco Izquierdo, y al cierre de esta edición, ninguna de las casas de las siete urbanizaciones evacuadas había resultado afectada.

El Consistorio puso a disposición de los vecinos evacuados el hotel Romana Beach de Alcossebre para que pudieran pasar la noche, aunque la mayoría de las viviendas eran segundas residencias y sus ocupantes decidieron volver a sus hogares habituales.

Los vecinos se mostraron ayer desolados al abandonar sus viviendas y lamentaron un mayor número de bomberos en las labores de extinción.

Según el Centro de Coordinación de Emergencias, en la lucha contra el incendio participaban alrededor de 60 personas entre brigadas forestales y miembros del parque de bomberos, con el apoyo de 28 vehículos terrestres, con autobombas y camiones cuba. Inicialmente, intervinieron diversos medios aéreos pero sobre las 14.30 de ayer tuvieron que retirarse debido al fuerte viento y ello impidió el control de las llamas. Al cierre de esta edición, y según la Subdelegación del Gobierno en Castellón, el fuego habría calcinado ya más de 300 hectáreas de matorral, pinar y monte bajo, y se había adentrado sin control en el parque natural de la Serra d'Irta, afectando a un área de importante valor ecológico.

Desde el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, los técnicos corroboraron la dificultad en el control de las llamas y estaban a la espera de que los medios aéreos pudieran sumarse a la tarea de extinción al amanecer una vez lo permitan las condiciones meteorológicas.

Hasta el puesto de mando avanzado se desplazaron el presidente de la Generalitat, Francisco Camps; el vicepresidente, Víctor Campos; el subdelegado del Gobierno en Castellón, Juan María Calles, y el presidente de la Diputación provincial, Carlos Fabra, que recibieron explicaciones del dispositivo desplegado para hacer frente a las llamas y de las dificultades creadas por la climatología.