El Tau se gana el billete a Moscú
Tras un sufrimiento extremo, el Tau estará en Moscú. En un partido extraño, pues como tal se puede considerar un encuentro donde los protagonistas dejaron lo mejor para el final, cuando la exigencia física y sobre todo mental resulta casi insoportable, el Tau alcanzó uno de los grandes hitos de su historia. Ahora les espera en su guarida el coco de la competición, el CSKA de Moscú, que ayer ganó al Ulker por 64-82 (2-0), pero la Final a Cuatro es más premio que reto.
Lo complicado, la línea que separaba el éxito de la decepción, se vivió y decidió en diez minutos donde el baloncesto del Tay y del Benetton alcanzó ese climax que sólo se vive cuando está en juego algo grande y los dos pretendientes se lanzan en cuerpo, alma y acierto hacia su consecución. Para hacer el triunfo más grato, el Tau estuvo al borde del abismo, y su recuperación fue tan maravillosa como digna del más encendido de los elogios. Porque la aparición en el partido de Garnett, un tremendo tirador hasta ese momento desaparecido, puso el partido en una complicada situación. Sus tres triples casi consecutivos, cada uno de mayor dificultad que el anterior, eran una invitación al pesimismo (54-60, cuatro minutos por jugar) y completaba un desalentador parcial de 3-17, suficiente para tumbar a cualquiera. El Tau había entrado en shock y aun quedándoles otra posible oportunidad en Treviso, los que parecían al borde del ataque de nervios eran los jugadores de Ivanovic. Como ocurre en las películas, estas situaciones desesperadas requieren un héroe a la medida. Los antecedentes apuntaban a alguno de los protagonistas del primer partido, pero el que surgió con una fuerza incontenible fue el base Prigioni. Clavó un triple que despertó al enfermo, asistió a Scola en la siguiente jugada, dirigió las operaciones de ataque y completó la llamada del destino con otro zambombazo que dejó el partido donde como se había iniciado (64-64, a falta de 1.20m).
TAU 66 - BENETTON 64
Tau: Prigioni (10), Sergi Vidal (3), Macijauskas (20), Scola (12), David (6), -cinco inicial- Calderón (7), Hansen y Splitter (8).
Benetton: Bulleri (13), Garnett (16), Marconato (4), Goree (12), Siskauskas (14) -cinco inicial- Bluthental, Soragna (5),Bargnani, Paccelis y Beard.
Árbitros: S. Tsanidis (Grecia), S. Koukoulekidis (Grecia) y C. Jungebrand (Finlandia).
9.323 espectadores en el Fernando Buesa Arena de Vitoria. El Tau se clasifica para la Final Four, en Moscú del 6 al 8 de mayo, por dos victorias a cero.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
17-19
15-11
14-13
20-21
Lo ocurrido en esos ochenta segundos hizo de alguna forma justicia. En el cómputo de los dos partidos el Tau ha sido superior, sobre todo porque en el primer partido rozó la excelencia y en este segundo no fue inferior. Se merecía billete a Moscú. Y también tuvo su punto de justicia que el encargado de meter esa canasta decisiva fuese Scola. No se vió, por lógica, al Scola de Treviso, ni siquiera el Scola habitual, pero apareció en el momento justo. Recibió la pelota de espaldas a canasta, sacó un mínima ventaja con su gran juego de pies y volvió loco al pabellón. El último empujoncito lo dieron en el banquillo rival con una extraña decisión. Falló su último ataque y el Tau recuperó la pelota a falta de 26 segundos. Ante el estupor general, los jugadores italianos no cometieron falta. Los vitorianos sólo tuvieron que dejar que el tiempo se extinguiese y celebrar como se merece su hazaña. Justo premio para un colectivo maduro, experto, dirigido con mano de hierro. Equipos así se merecen su suerte.
El Maccabi ganó ayer al Scavolini de Pesaro por 100-103 (2-0) y se enfrentará al vencedor del Efes Pilsen-Panathinaikos (0-1) que hoy juegan su segundo partido.
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