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Bruselas culmina su plan presupuestario sin atender las exigencias de España

La Comisión quiere que los socios pacten las cuentas para 2007-2013 antes del verano

Carlos Yárnoz

La Comisión Europea cerró ayer su propuesta financiera para la Unión en el periodo 2007-2013 sin atender las exigencias de España, que se arriesga a pasar de ser hoy el país más beneficiado de las arcas comunitarias a convertirse en contribuyente neto. El Gobierno español, que considera "intolerable" la brusca pérdida de hasta el 45% de los 8.000 millones anuales que recibe en fondos de cohesión a la vez que aumentará su aportación a la UE, tendrá que pactar una salida con los otros 24 socios. Los más ricos pretenden incluso reducir el presupuesto, lo que perjudicaría más a España.

El Ejecutivo comunitario puso ayer las últimas cifras en todas las casillas de su propuesta para el próximo marco financiero 2007-2013 al completar los capítulos de Competitividad, Justicia e Interior o Gestión de Recursos Naturales. La comisaria de Presupuestos, la lituana Dalia Grybauskaité, declaró que "la Comisión no va a cambiar su posición" y que todo depende de la negociación entre los Gobiernos. El acuerdo final debe ser por unanimidad y, por tanto, cada país tendrá derecho a veto al pactar las nuevas perspectivas financieras que sustituirán a las actuales (2000-2006). Bruselas y la presidencia de la UE quieren llegar a un acuerdo en junio.

- Pocas ayudas para muchos. La partida dedicada a "Cohesión para el Crecimiento y el Empleo", que incluye los fondos regionales y el de cohesión, contará con un presupuesto de 338.700 millones de euros. Supone un aumento de sólo el 33% con respecto al periodo actual, pese a que la UE ha pasado de 15 a 25 Estados y que los 10 nuevos están menos desarrollados. Ejemplo: con 15 socios, 54 millones de personas vivían en regiones con una renta por habitante inferior al 75% de la media comunitaria (regiones Objetivo 1), pero ahora son ya 123 millones, es decir, un 127% más. España quería más dinero para esta partida.

- Las menos desarrolladas. Andalucía y Extremadura son las dos únicas regiones cuya renta por habitante seguirá con seguridad por debajo del 75% de la media comunitaria y, por tanto, seguirán siendo Objetivo 1 (con ayudas más generosas). Aun así, con el nuevo reparto entre más países perderán alrededor del 15% de los fondos. España quería que se permitiera en esas regiones elevar el nivel de ayudas oficiales a empresas allí instaladas.

- Regiones más ricas. Valencia, Castilla y León y Canarias ya no serán Objetivo 1 por tener una renta por habitante superior al 75%. Al pasar a Objetivo 2 percibirán sólo el 40% de lo actual. España pedía una pérdida de fondos más gradual.

- El efecto estadístico. Igualmente abandonarán el Objetivo 1 Asturias y Murcia, y quizás también Galicia, Castilla-La Mancha, Ceuta y Melilla (dependerá en este segundo grupo del cálculo final para averiguar la renta entre 2001 y 2003). Esas regiones hubieran seguido en el Objetivo 1 sin la ampliación de la UE, pero la entrada de los nuevos países ha hecho que esas zonas parezcan más ricas "por efecto estadístico", es decir, por la llegada de países menos desarrollados. La Comisión propone para ellas una pérdida gradual de fondos (el 30%). El Gobierno español quiere que la pérdida sea menor y que las ayudas oficiales a empresas en esas regiones puedan ser equivalentes a las permitidas en zonas Objetivo 1. A esta aspiración se sumó ayer el eurodiputado del PP Gerardo Galeote, de la comisión de la Eurocámara sobre perspectivas financieras.

- No al Fondo de Cohesión. España recibe entre 2000 y 2006 un total de 11.600 millones (el 60% del total) de este fondo especial al que tienen derecho los países (no las regiones) con una renta por habitante inferior al 90% de la media comunitaria. España va a superar ese porcentaje y no existe base legal para proponer un periodo transitorio, por lo que no le corresponderá ni un euro. El Gobierno instó a la Comisión a proponer una alternativa, pero Bruselas no lo ha hecho.

- El saldo neto español. A la vez que se pierden esos fondos, las aportaciones españolas a la UE aumentan porque el país crece por encima de la media europea. En 2002, el saldo neto a favor de España fue de 8.800 millones (1,2% del PIB). Este año se reducirá a 5.500. Y con la propuesta de la Comisión bajará a 1.800 en 2007, y al final del periodo, en 2013, España será contribuyente neto con un saldo en su contra de 135 millones. El Gobierno quiere evitar este salto brusco.

- La PAC, congelada. En la partida "Conservación y Gestión de Recursos Naturales", la Comisión dedica al capítulo más importante, la Política Agrícola Común (PAC), 301.000 millones de euros, un 3% menos que ahora, pese a que habrá 7,5 millones más de agricultores en una UE con 27 socios (Rumania y Bulgaria entran en 2007). Deja de ser el capítulo más voluminoso (hoy el 46% y pasa al 33%). Habrá menos ayudas directas a los agricultores, que podrán compensarlas con fondos al desarrollo rural (88.900 millones) y a la protección al medio ambiente (2.100).

- La brecha tecnológica. La partida más novedosa es la dedicada a "Competitividad para el Crecimiento y el Empleo". Con 132.700 millones, aumenta un 194% con respecto a la situación actual. Estará dedicada a promover la investigación (67.800 millones), las redes de transporte y energía (20.700) o la formación (12.000). Los países más avanzados de la UE, con empresas punteras, cuentan con más opciones de acceder a esos fondos, con lo que aumentará la "brecha tecnológica" con los menos avanzados. Es lo que critica el Gobierno español, que exigió más facilidades para que se beneficien las pequeñas y medianas empresas y un programa para recortar esa brecha. Bruselas no lo ha hecho.

Condiciones de los ricos

La negociación de las Perspectivas Financieras para el periodo 2007-2013 es la asignatura pendiente en la UE para este año, pero está condicionada por otra doméstica (las elecciones británicas del 5 de mayo) y, sobre todo, por otra que se complica día tras día (el referéndum francés del 29 de mayo para ratificar la Constitución europea).

Será imposible entrar de lleno en la negociación hasta que pasen ambos acontecimientos en unos países con intereses muy concretos en esta batalla, la más dura habitualmente en la Unión.

Francia y Reino Unido, junto con Alemania, Holanda, Suecia y Austria (los seis contribuyentes netos), quieren que los presupuestos de la UE se limiten al 1% de la renta nacional bruta de la Unión, pero la Comisión ha fijado el porcentaje en el 1,24%.

El grupo de los seis no es muy compacto. Reino Unido quiere rebajar el dinero para la PAC, pactado ya desde 2002 por Alemania y Francia, quienes encabezan el mayoritario bloque a favor de que desaparezca el cheque británico (5.000 millones anuales que Bruselas devuelve a Londres, de los que España paga 700).

El Gobierno español confía en contar como aliados con los países de la cohesión (los que perciben ayudas) y con la comprensión de Alemania y Francia, ayudados a su vez por España en la reciente reforma del Pacto de Estabilidad.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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