260 inmigrantes inician una huelga de hambre en Barcelona
Unos 260 inmigrantes que se encerraron el pasado sábado por la noche en diversos locales sociales e iglesias de Barcelona iniciaron ayer una huelga de hambre indefinida para reivindicar una mayor flexibilidad de la Ley de Extranjería. Otra decena de personas que participan en la protesta no han dejado de comer. La Cruz Roja abasteció con 800 litros de agua y 200 mantas a los encerrados, que se quejaron de la escasez de éstas para la cantidad de personas recluidas. Bajo las directrices de los asistentes sanitarios, los inmigrantes prepararon suero a base de agua, azúcar y sal para evitar un rápido quebranto de su salud.
Las iglesias del Pi y de Sant Medir, en Barcelona; la de Sant Miquel del Port, en Santa Coloma de Gramenet; el casal Espai Obert y el centro social Can Vies acogen fundamentalmente a búlgaros, paquistaníes, marroquíes y ciudadanos de países latinoamericanos que reclaman una mayor flexibilidad en la regularización. Además, los portavoces de la iniciativa están negociando la apertura de más locales a causa de la afluencia de inmigrantes que quieren unirse a las peticiones de los encerrados.
Éstos proponen una serie de alternativas a la vigente Ley de Extranjería: que se consideren válidas otras vías para demostrar la residencia en el país, ya que sólo se admite el certificado de empadronamiento; que se suprima el contrato como requisito indispensable y que se permita la tramitación de las peticiones de regularización que aporten solicitud del certificado de penales, aunque éste se adjunte más tarde.
Mayor flexibilidad
Con estos encierros pretenden recibir una respuesta por parte del Gobierno para poder "dialogar y lograr una mayor flexibilidad de la Ley de Extranjería, porque la realidad es que no está al alcance de la mayoría de inmigrantes", afirmó Ibrar Bukhari, uno de los portavoces de los encerrados en la iglesia del Pi.
Una representante del colectivo inmigrante denunció el desconocimiento por parte de la ciudadanía del estado actual de los inmigrantes. "Necesitamos el apoyo de los ciudadanos, que sepan lo que está ocurriendo realmente". El día 9 de abril se reunirán para decidir sobre los cambios de locales necesarios, ya que en los que se encuentran encerrados ahora sólo están concertados hasta esa fecha.
La muerte del Papa no pasó desapercibida para los encerrados en la iglesia del Pi. "Todos sabemos quién era y lo que significaba. Sentimos mucha pena por su muerte y queremos rendirle homenaje", afirmó Ibrar Bukhari. A las cinco de la tarde encendieron velas, se descalzaron, rezaron unas oraciones y guardaron dos minutos de silencio por Juan Pablo II.
[Melilla estará incluida en el programa de traslado de inmigrantes a la Península, también desde Ceuta y Canarias, después de las negociaciones del Gobierno con distintas comunidades autónomas para que sean "receptoras de inmigrantes", según anunció ayer el delegado del Gobierno en la ciudad, José Fernández Chacón].
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