Alonso marca el ritmo

Por si alguien lo dudaba, Fernando Alonso volvió ayer a colocar las cosas en su justo lugar. ¿Es el mejor piloto del momento en la fórmula 1? Tal vez no. Pero la combinación que está formando con Renault parece ahora mismo imbatible. El español logró la pole position provisional en el Gran Premio de Bahrein (13.30, Telecinco y TV-3), por delante de su ex compañero Jarno Trulli, de Toyota, y del heptacampeón mundial, Michael Schumacher, cuyo tercer tiempo en la primera cronometrada dio un respiro a Ferrari.

Puede que Schumacher siga siendo el mejor, pero está claro que ha dejado de ser el único referente. Esta posición preponderante se la ha arrebatado un joven de 23 años, asturiano para más señas. La remontada que le llevó del 13º al tercer puesto en Albert Park (Melbourne) y el triunfo logrado en Malaisia han convertido a Alonso y a Renault en el punto de mira de las demás escuderías. Y el ovetense afronta esta nueva situación con la dignidad de un futuro campeón, pero también con la humildad de saber que el Campeonato del Mundo no ha hecho más que empezar.

"Ferrari ha mejorado, pero el coche nuevo no nos asusta. Trulli es mi rival más cercano"

"Ser los primeros hoy [ayer] ha sido una buena noticia para el equipo", dijo Alonso tras colocar su Renault en la pole provisional, a la espera de lo que pueda ocurrir hoy en la segunda cronometrada, cuyo tiempo se sumará al de ayer para configurar la parrilla de salida; "espero completar el trabajo y salir el primero. La temporada ha empezado sensacional, pero ahora lo importante es lo que ocurra en Sakhir".

A tenor de lo ocurrido ayer, la carrera se presenta interesante. Todos aceptan la superioridad de Renault, pero se la disputaron el Toyota de Trulli, segundo en Sepang, y el Ferrari de Schumacher. "Hemos demostrado que, si mantenemos este nivel, podemos estar en lo más alto", advirtió Trulli poco después de abrazarse a Alonso y felicitarse mutuamente.

Sin embargo, la mayor expectación la despertaron los Ferrari. El primero en salir a la pista fue Rubens Barrichello y decepcionó. Se pasó de frenada en la primera curva, con lo que perdió un tiempo precioso. En el equipo le justificaron porque apenas pudo rodar por una rotura del cambio. Aunque la escudería tenía otro en Sakhir, prefirió reservarlo por si le ocurría algo a Schumacher. Al brasileño le arreglaron el viejo a la espera de que llegara otro desde Italia.

Cuando el bólido rojo de Schumacher penetró en la pista, cualquier preferencia quedó justificada. El alemán rodó sin errores y apretando el gas a fondo. Buscaba reivindicarse a sí mismo, a Ferrari y a Bridgestone. Y lo logró. Y, de paso, puso calma en su escudería, donde Todt, el jefe, dio un profundo respiro esbozando la primera sonrisa del año. Durante mucho rato fue el mejor tiempo: 1m 30,237s. Hasta que salió Trulli, penúltimo, y le sacó dos décimas.

Quedaba Alonso. Todos estaban pendientes de él. Y no falló. Salió como una bala y condujo con una exquisita perfección. Fue el más rápido, formando un binomio letal con su Renault y los neumáticos Michelin. Le sacó 1,4 décimas a Trulli y 3,8 a Schumacher. "¿Le preocupa Ferrari?", se le preguntó. "Ha mejorado, pero el coche nuevo no nos asusta. Trulli es mi rival más cercano", respondió.

"Estamos ya acostumbrados a ver ahí a Fernando", confesó Pedro de la Rosa, el segundo español en Bahrein; "fue muy rápido. Pero nuestra batalla no va con él". De la Rosa vivió una jornada difícil. Abrió la cronometrada y eso fue un perjuicio insalvable. Limpió la pista. Levantó arena en cada curva y en las rectas y su McLaren perdió adherencia: "Hubo también viento, pero creo que di una buena vuelta. Y mañana [hoy] seremos más competitivos". De la Rosa fue noveno (1m 30,725s), a ocho décimas de Alonso. Pero hoy saldrá con el asfalto limpio.