Las dificultades de una casa llena de hijos
Las familias numerosas reclaman apoyo de la Junta, que está a la espera de que se apruebe la normativa estatal
Ana ha heredado las camisas de Pilar, quien comparte las literas con Ángela, quien le presta los libros a Mario, quien viste el uniforme del colegio de Miguel. La guerra de los caprichos no existe en la mayoría de los hogares con familia numerosa. Los niños se dan cuenta pronto de que no pueden tener todo lo que quieren. Son familias cuyo mayor gasto de la casa siempre es la alimentación y suelen ser clientes asiduos de grandes superficies, donde productos como la leche y el papel higiénico se multiplican hasta llenar carros y carros de la compra.
Las familias numerosas andaluzas sobrepasan las 73.000, según las cifras que maneja la Junta, y aproximadamente un 20% de la población ha estado vinculado a estas familias. Sus miembros defienden su "valiosa" aportación a la sociedad, el capital humano, y las familias pasan a denominarse "especiales" cuando éste se dispara y están compuestas por más de cinco hijos.
Sólo tienen algunas ventajas fiscales, en el transporte público y en las tasas universitarias
Actualmente sólo disponen de descuentos en las tasas universitarias, en el transporte público y ciertas ventajas fiscales. "La vida es sencillamente distinta con tantos hijos. Como primera ventaja la educación en casa es mucho más sencilla, porque entre hermanos los niños casi se educan solos", destaca Miguel Ángel García, padre de 10 hijos en Marbella. "Nos gustaría disfrutar de más tiempo para preocuparnos por cosas sin importancia, aunque tienes asumido que el tiempo de ocio no existe", añade.
En los últimos meses las familias numerosas andaluzas intentan movilizarse para conseguir ayudas de las que ahora carecen. La Federación Andaluza de Familias Numerosas se reunirá el próximo 16 para ratificar los acuerdos alcanzados en su constitución, en noviembre pasado. Pretenden así aglutinar a todas las federaciones provinciales y mostrar una unión que ven necesaria para que sus reclamaciones sean atendidas por el Gobierno regional, Administración que según ellos ignora sus quejas: "La Junta no nos recibe porque no somos gays ni lesbianas. A pesar de ser una asociación apolítica y aconfesional, las cartas a la consejera de Igualdad, Micaela Navarro, no han surtido ningún efecto", se queja el presidente de la federación andaluza, Carmelo Molina. "En sus manos está pedir más competencias y aportar más prestaciones", añade. Molina recuerda que "esta dejación no deja de ser curiosa, ya que al presidente Manuel Chaves nadie tiene que explicarle lo que es una familia numerosa, después de los ocho hermanos que tiene".
La Junta se mantiene a la espera y sin mover ficha. Inmaculada García, del servicio de Prevención de Igualdad y Asuntos Sociales, afirma que la Junta esperará a que el Gobierno central "regularice el reglamento de la ley". Otro portavoz de la consejería coincide en la necesidad de esperar hasta "unificar criterios".
El Gobierno del PP aprobó en 2003 una ley que impulsaba ayudas para estas familias y las comunidades se implican con distinta intensidad a la hora de ejecutarlas. "En Andalucía nunca hemos estado apoyados como en Navarra o el País Vasco, del que estamos a años luz. Las remuneraciones por nacimiento y ayudas por cada hijo al año superan con creces las nuestras en la mayoría de comunidades autónomas. Pedimos que se haga justicia con la familia, nada más", exige Miguel Ángel García.
"A la hora de la verdad somos un comodín político y antes de las elecciones siempre tenemos congresos, pero los dos partidos principales se olvidan de inmediato de lo que han dicho en campaña", critica Tomás Melendo, catedrático de Metafísica de la Universidad de Málaga, que tiene siete hijos con Lourdes Millán, profesora de educación secundaria.
Estas familias obtienen la mayoría de sus ventajas gracias al plan estatal Más Familia, que ha logrado mejorar su economía doméstica a través de descuentos de grandes empresas. Éstas les reducen el importe de muchos recibos que de otro modo se dispararían. Una de las quejas más comunes es la dificultad de traspasar los libros escolares entre hermanos.
Todos los padres coinciden en señalar que las dificultades para sacar adelante estos hogares tan poblados son abundantes, pero en cuanto sus frases adquieren un excesivo tono de queja, se corrigen para mencionar las bondades afectivas y satisfacciones que les proporciona ver crecer a tantos hijos.
Miguel Ángel García cuenta que en su casa llenan cinco carros con la compra cada tres semanas. "No conozco ni París ni Cancún, pero una familia así compensa y de sobra", comenta. "La comparación es de risa, pero si una persona tuviera que cobrar lo que le dan por cada hijo en Luxemburgo, debería tener 135 hijos en Andalucía", concluye el catedrático Tomás Melendo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.