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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Johnnie Cochran, abogado de O.J. Simpson

Johnnie L. Cochran, uno de los abogados más brillantes de EE UU, murió el martes en Los Ángeles a los 67 años, víctima de un tumor cerebral. Cochran saltó a la fama en 1994, cuando logró la absolución de la estrella de fútbol americano O. J. Simpson, acusado del asesinato de su ex mujer, Nicole Brown Simpson, y del amigo de ésta, Ronald Goldman. Efectista y eficaz, Cochran tenía el don de las frases que hipnotizaban a los jurados, y lo que salvó a O. J. Simpson fue una de esas frases.

En el lugar del crimen se encontró un guante, usado por el asesino de Nicole para no dejar huellas; la policía encontró el otro en la casa del deportista. Cochran defendió la tesis de que el segundo guante había sido colocado "por un policía racista" para incriminar a su defendido, e hizo que O. J. Simpson se los probara frente al jurado, de manera muy aparatosa, para demostrar que no eran de su talla. En su intervención final, el abogado acuñó, en rima, la expresión que le hizo famoso: "If it doesn't fit, you must acquit" [Si no se los puede poner, tienen que absolver].

El desenlace del caso O. J. Simpson, uno de los juicios del siglo que hay cada dos o tres años en EE UU, fue polémico; la fiscalía aseguró tener una "montaña de pruebas" en contra del acusado, entre ellas, su rastro de sangre en el lugar del crimen y la sangre de la víctima en el famoso segundo guante. Pero Cochran jugó la carta del compló racista y pidió a un jurado en el que los negros eran mayoría que recordara los graves incidentes de 1992 -los desórdenes en Los Ángeles después de la absolución de los policías blancos que dieron una tremenda paliza a Rodney King- y que asestara con su veredicto un golpe a la corrupción policial. El jurado declaró inocente a Simpson, que dijo ayer a la agencia AP: "Sinceramente, no estaría en mi casa si no hubiera sido por Johnnie".

Aunque la celebridad le llegó a Cochran después de aquel caso, sería injusto reducir su vida profesional al caso O. J. Simpson y la defensa de las estrellas del espectáculo y el deporte, desde el rapero Tupac Shakkur, complicado en un caso de armas, hasta el actor Todd Bridges, acusado de intento de asesinato. Cochran empleó sus dotes para defender a muchas víctimas de abusos policiales y a negros sin recursos, y nunca perdió la habilidad para conectar con la gente normal. "Son los clientes por los que más he luchado, la gente a la que no conoce nadie", decía.

Johnnie Cochran se convirtió además en un héroe para la comunidad afroamericana por su propia biografía: su bisabuelo fue esclavo en Louisiana, su abuelo recogió algodón y su padre vendía seguros. La familia se instaló en Los Ángeles en 1949 y Cochran fue uno de los primeros negros que asistió a un instituto de bachillerato integrado. Su héroe era Thurgood Marshall, luego primer magistrado negro del Tribunal Supremo.-

Johnnie Cochran, a la derecha, con O. J. Simpson, durante el juicio de éste.
Johnnie Cochran, a la derecha, con O. J. Simpson, durante el juicio de éste.REUTERS

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